¡Para ti, papá! -gritó su gol-.
Todos vimos a "Paganini" pegando su rostro a la cámara de televisa, así, cómo queriendo asomarse al cuarto de hospital donde tú estabas en una tregua con la muerte.
Si. Esa tarde del sábado estabas en terapia intensiva pero estoy seguro, que sonreiste al ver a Chucho anotar su primer gol.
¡Para ti, Papá!
Seguiste embelesado viendo tu obra concluida: lo que habías soñado,verlo a anotar en el "Coloso de Santa Úrsula", ante millones de gentes que seguían el partido a través de la televisión y los miles de aficionados en el estadio.
Ahora ya no importaba si te quedabas dormido para siempre, ahora querías seguir así, escuchando una y otra vez el grito de celebración cada vez más lejano y la dedicatoria de tu hijo querido...
¡Para ti, papá!
Después de aquella tarde maravillosa, regresaste a luchar con la muerte. Ella te había dado una tregua y la batalla fue dura y cruel.
Todos tus familiares y amigos estuvimos a tu lado desde el momento en que empezó tu lucha y esa lucha la hicimos nuestra y oramos y pedimos y...perdimos.
En nuestro centro de trabajo estuvimos todo el tiempo al pendiente de tu estado y siempre esperamos un milagro que nunca llegó.
Nos consuela recordar aquellas sentencia bíblica que dice: "no se mueve la hoja del árbol, sin la voluntad del señor".
Jerry. Tú tenías una cita con tu destino y la cumpliste. Fue por eso que acudiste hasta ese lugar; ahí tenías que estar el día y la hora señalados.
Nos quedan los bellos momentos que vivimos juntos, en Zoyatlan y en nuestra querida delegación de servicios educativos. Nuestros viajes a Iguala, a Chilpancingo, los juegos magisteriales, nuestros convivios...
Jugamos, comimos, cantamos, bebimos y reímos como locos...
Tenías un destino que cumplir y lo hiciste, antes quisiste realizar el hermoso sueño de ver triunfar a tus hijos en el futbol.
Tus amigos te vimos todas las tardes en el campo de "Kilo", llegar en tu vieja Caribe junto a tus pequeños Enrique, Chena, "Gordo" y "Paga". Fue ahí donde les enseñaste a tocar el balón y a amar el futbol.
Cumpliste tu sueño Jerry. Hoy Chucho es toda una realidad, es jugador titular del Pachuca.
Lo viste campeón y ese sábado no fuiste al azteca pero ahí estuviste.
"Paga" tambien se dió tiempo para ir hasta el hospital donde estabas y en viaje relámpago a través de la cámara, se asomó para celebrar su gol contigo y gritar:
¡Para ti, papá!
Te vamos a extrañar Jerry.
Hasta siempre:
Tus compañeros de la Delegación de Servicios Región Costa Chica.