Antes de que intentara quitarlo, Doña Apolonia le pidió que lo hiciera con cuidado pues le había tomado cariño a aquella estampa de la "morenita del Tepeyac".
Alzándose sobre la punta de los piés Alfonso alcanzó a destrabar el calendario, pero sin querer rompió la imágen ante las palabras de desaprobación de la señora de la casa.
De pronto, ante sus ojos, se empezó a dibujar una copia fiel del litograbado con la imágen que millones de personas en el mundo veneran.
Apolonia instintivamente se hincó ante aquel fenómeno pero reaccionó ordenando al joven Alfonso, avisara a sus vecinos. Todos quienes acudieron con presteza y prontitud a su casa.
-¿Qué te pasa Apolonia?, ¿Qué sucede?
- ¡Díganme por favor si ustedes ven en la pared lo que yo estoy observando!- les pidió casi gritando-.
-Yo no veo nada- dijo una de las vecinas-, ¿qué estás viendo tu Apolonia?
-¡Ahh..si yo sí veo, miren se apareció la Virgen de Guadalupe!-dijo otra de las vecinas que no ocultó su emoción y salió gritando hacía la calle. La noticia que en breves momentos se esparció por las calles y casas de Aquel Cruz Grande, llenó de júbilo al pueblo...
Ya pasaron 61 años de aquel fecha inolvidable para todos los creyentes del pueblo cruceño. El 19 de Diciembre es una fecha que todos los que nacieron en este "girón de la tierra costeña" llevan en el corazón.
Si bien es cierto que el cruceño como todo mundo añora la navidad en su casa de Cruz Grande, también es cierto que el día 19 de diciembre, se hace presente de dos maneras, unos físicamente y otros; suspirando a la distancia por querer estar recorriendo las calles de su querido y amado Cruz Grande, con la danza de "Los Pajaritos" y el "Tigre y el Terrön". (Cheo Juárez)
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