Florencio Villarreal...proclamó el plan de Ayutla. En este grabado aparece atrás- a la derecha de Juan N. Álvarez- |
Nacido en la Habana, Cuba, en 1806, vino a México en condiciones políticas desconocidas, es decir; se ignora si fue un exiliado o emigró voluntariamente de la famosa isla caribeña.
Villarreal es duramente criticado en las escasas biografías disponibles que de su persona circulan en libros y portales web. Se le cataloga principalmente como un traidor y convenenciero constante en los diferentes pasajes en los que intervino.
Sus inicios políticos-conservadores le hicieron ganarse los favores de nuestro más grande vendedor, su alteza serenísima Antonio López de Santa Anna, en los momentos agonizantes de la carrera política del personaje de Xalapa Veracruz.
Florencio Villarreal fue -según la biografía-, de los líderes de las fuerzas desleales Xalapistas que encabezaron la rebelión en contra del generalísimo Vicente Guerrero,- a quién el habanero atacó llamándolo pérfido-, para derrocarlo como presidente plasmando de esa manera su ideología política.
Derrocado y después asesinado el consumador de la independencia, las fuerzas desleales encabezadas por Camacho, Facio y Bustamente, lo premian con el nombramiento de Comandante en Jefe de la Costa Chica. Pronto Villarreal se hace odiar por los habitantes de la región que veían en el cubano a un ser prepotente y tiránico.
Después de unos años, al declararse liberal por temor a sufrir menoscabo en su poder político y ser, oficialmente, gente de confianza de Álvarez y Bravo; Villarreal reta a Santa Anna quién le ordena en repetidas ocasiones presentarse ante él, haciendo caso omiso de la orden de su alteza serenisima; pretextando estar enfermo e incapacitado para viajar. Así se sucedieron repetidas órdenes de presentación fallidas por parte de Santa Anna quien finalmente instruye a capturarlo en cualquier condición en la que se le encuentre. El astuto habanero se refugia bajo el poderoso manto del ejército Alvarista y nadie de los comisionados por Santa Anna logra cumplir sus deseos de llevar a Villarreal ante su presencia. Por supuesto, sobra decir que Villarreal no sólo mantuvo su jefatura en la costa chica sino que vio aumentar su poder en la región hasta que estalla la revolución de Ayutla.
Una de las primeras muestras importantes del camuflaje de Villarreal fue el cambio repentino de conservador a liberal, traicionando a quién le había patrocinado su incursión en la vida política de México, este hecho le permitió hacerse de la confianza de don Juan Álvarez y de esa manera obtener el honor de ser quien proclamara el Plan de Ayutla el primero de Marzo de 1854. Al respecto algunos historiadores intuyen que la astucia política de Álvarez decidió que ese papel lo desarrollara Villarreal para fortalecer la nueva alianza.
Antes de integrarse como un liberal más, Villarreal manifestó su desagrado contra la iniciativa de Álvarez y Bravo para constituir a Guerrero como Departamento del Sur en 1841. Fue el cubano de los principales opositores a la formación de dicho estado.
Ya participando como un "consumado" liberalista, peleó en la guerra de reforma o de tres años causada por el golpe de estado de Comonfort en contra de la constitución de 1857.
Al instalarse Maximiliano como emperador de México, nuestro héroe, con pasmosa facilidad, aparece entre la corte del austriaco al figurar como uno de sus invitados a fiestas y eventos que se organizaban en el castillo de Chapultepec y otros lugares de recreo. Fue designado ayudante de campo general del pseudogobierno; cargos y circunstancias que sus biógrafos no se atreven a confirmar oficialmente.
Los que han escrito las andanzas del coronel Villarreal omiten la fecha y momento en que es hecho prisionero en la cárcel de las brígidas, -no se precisa el lugar en que se encontraba tal penitenciaría, pero nuestra intuición nos dice que tal vez, se refieran a la cárcel de Belén, lugar donde murió internado el tigre de Santa Julia y estuvo también recluído el célebre Chucho el Roto, en la capital de la república-. Pues bien, desde ahí, nuestro coronel Villarreal, escribió una lastimera carta de clemencia a don Benito Juárez García, recordándle haber sido el proclamador del plan de Ayutla y otra vez haciéndo gala de su astucia lo convence de ser excarcelado. Finalmente muere en el hospital de San Pablo -hoy Juárez- a la edad de 63 años.
Ante la gravedad y dureza con que se juzgan los hechos y acontecimientos en que participó el Coronel Florencio Villarreal, la manera en que se le describe como un oportunista y mediocre mercenario; nos adherimos a la propuesta de quiénes piden revalorizar su figura y poner a juicio el que nuestro municipio lleve su nombre. Destacamos dos aspectos de su perfil político: el no ser mexicano de nacimiento y el hecho imperdonable -a nuestra modesto juicio-, de haber sido enemigo de nuestra máxima figura, el procer generalisimo Don Vicente Guerrero Saldaña. Como termina diciendo Fernándo Lasso Echevería en su artículo periodístico para La Jornada, Florencio Villarreal, enemigo deVicente Guerrero: "El H. Ayuntamiento tiene la palabra".
Nosotros vamos más allá; que sea el pueblo quién decida...(Eliseo Juárez Rodríguez)
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