"Panchí" Mejía. En 1900, creaba una inmensa fortuna en Cruz Grande. A caballo observaba tierras y ganado. Sin duda, fue parte importante en la historia de los pioneros del municipio.
"Fueron los Cañedo Fernández -empresarios españoles-, quiénes llegaron en 1935, a sembrar algodón en las tierras cercanas al río de Nexpa. La semilla la trajeron de Oaxaca e inmediatamente toda esta zona estaba llena de gentes de aquí y de otros municipios que llegaron a emplearse, habia mucho trabajo y la procesadora de algodón laboraba día y noche.
En esos ayeres yo tenía 14 años y trabajaba por dos pesos diarios como mandadero. Fueron las fuertes lluvias que desbordaron el río, las que obligaron a los españoles a cambiar la casa grande, que fue reinstalada en la lomita donde a un costado ahora se encuentra la capilla.
Era impresionante ver cómo procesaba el algodón aquella máquina operada por Don Pedro Gutiérrez un ingeniero español alto y de una corpulencia descomunal. Ese hombre hispano de ojos intensamente azules, amable y bondadoso que en sus ratos libres gustaba de pasear por las calles de Cruz Grande para visitar al Dr. Rogelio Bonilla y a don Generoso Trigo, se casó con una prima maquineña y se quedó para siempre con nosotros ; aquí esta sepultado.
¡Vámos a trabajar a la Máquina de algodón! era una alegre expresión popular y la gente sin saber le dio un nombre a esa comunidad donde empieza la historia de nuestro pueblo. Un día esta empresa dejo de ser rentable en la producción de algodón, por causas de una terrible plaga que exterminó todos los sembradíos. Los Cañedo Fernández se fueron de aquí, aunque parte de sus descendientes viven en Las Vigas y otros vivieron en Cruz Grande como Fernando Cañedo que murió asesinado cuando fue presidente municipal. Él tenía su casa atrás de el jardín de niños Jovita Delgado de Abarca, era vecino de don José Calleja.
Unas décadas después, La Máquina tomó un segundo aire industrial al convertirse en empacadora de Limón, ahora bajo el mando de otro español de apellido Barreno. En los años 70´s parecía que el éxito de la empacadora sería por muchos años pero los precios del cítrico cayeron estrepitosamente y la empresa cerró sus puertas, quedan los vestigios de esa empacadora justo ahí abajo de lo que fue la casa grande de los Cañedo Fernández , a un lado de la comisaría municipal..."
*Datos históricos proporcionados por Don Raymundo Gallardo Medina. |
Mi padre conoce bien la historia de la máquina de nexpa y aún sigue lucido gracias a Díos.
ResponderEliminar