APORTANDO: HISTORIA,CULTURA Y TRADICIÓN DESDE "LA CUNA DEL SON DE ARTESA". CRUZ GRANDE, GUERRERO, MÉXICO. AÑO VIII
"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.
IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
*Queda prohibida cualquier reproducción total o parcial, del material escrito o gráfico, sin el consentimiento de su editor.
*Derechos Registrados (2015). protegidos a favor del autor.
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domingo, 16 de octubre de 2016
FUSILAMIENTO DE UN PRESIDENTE MUNICIPAL: LEOBARDO ACEVEDO MORENO.
Leobardo Acevedo Moreno.
(1893-1933).
El 14 de septiembre de 1922, siendo presidente de la República Álavaro Obregón, fue asesinado Leobardo Acevedo Moreno, presidente municipal de Florencio Villarreal, en tiempos de Rodolfo Nery Lacunza. Chilpancingo, Guerrero; 14 de agosto de 1880.1972 , gobernador del estado de Guerrero.
I.
"CUMPLIENDO ÓRDENES"
Florentina M. Rodríguez, se encaró con el capitán.
-¡Dígame qué delito cometió Leobardo! ¿Porque llega usted a detenerlo? ¿Porqué se lo va a llevar?
-No, si no me lo voy a llevar, -dijo el castrense encendiendo un cigarro-, sólo que vamos a platicar aquí y ya veremos como se va a arreglar esta situación. Créame que no es cosa mía, yo sólo vengo cumpliendo un mandato y si le sirve de consuelo le diré que no es el único presidente municipal que traigo en la lista. Voy a recorrer toda la costa chica para cumplir con mi comisión.
De nada valieron las súplicas de la mujer de Leobardo Acevedo, lo único que logró fue verlo en el despacho de la presidencia donde estaba encerrado en calidad de detenido. Florentina le colocó un escapulario de la Virgen del Cármen. "Ella te va a proteger, pídele con fe Leobardo, ya verás como vamos a salir de esto". Voy a ver a tu hermano "Yoyo" para que sepa lo que está pasando.- le dijo a manera de despedida.
II.
"YOYO"
-¡Vamos Déodro, aún podemos quitarselo, sólo son 6 hombres al mando del capitán, que viene a matarlo!-le dijeron varios hombres del pueblo armados con escopetas y pistolas a "Yoyo".
-No pasa nada, no pasa nada -dijo Déodro-, mi hermano va a platicar con ellos, van ahí a un "mandadito", pero no tardan en regresar, sólo van a ponerse de acuerdo...
-¡Lo van matar Deodro, hay que hacer algo!-le dijo Florentina.
-¡No seas escandalosa! Sólo van a platicar, Leobardo va a regresar sano y salvo...
Los ojos de "Yoyo" brillaban con tal intensidad, que Florentina pudo ver a través de sus pupilas, un inmenso mar de verdura que reflejaban las huertas y bienes que eran propiedad de Leobardo.
III.
EL FUSILAMIENTO.
-Yo sólo soy un servidor del pueblo, si usted quiere renuncio al cargo de presidente municipal. No veo porque me tenga que llevar a fusilar, aquí no hay intenciones de derrocar al gobernador, nosotros estamos a las ordenes para trabajar con él.
-Eso dicen todos pero no se puede correr riesgos riesgos, las instrucciones son claras: todos los presidentes municipales tienen que ser pasados por las armas. -Decía el capitán Torrentera-, comisionado para apagar toda amenaza de levantamiento en contra del gobernador.
Antes de llegar a "Las Marías", Leobardo Acevedo vio a lo lejos por última vez, la cruz de madera que desde "La Loma" era testigo de aquella escena. Pensó en todos sus hijos, pensó en Florentina y en sus pequeños. Ya no le quedaba nada que decir; sabía que aquel hombre tenía instrucciones precisas y no valía ningún argumento que le sirviera para evitar la muerte.
A las tres de la tarde, se escuchó la descarga y el cuerpo de Leobardo cayó abatido bajo las balas de la anarquía del gobierno estatal. El pueblo escuchó aquella detonación con que habían ultimado a Leobardo Acevedo Moreno, cuyo error fue estar en la silla presidencial en los tiempos del gobernador Rodolfo Nery Lacunza.
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