"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.

IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
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*Derechos Registrados (2015). protegidos a favor del autor.

miércoles, 25 de enero de 2017

De aquellas juventudes...


"...Y hay tanta adolescencia apresurada 
y tanta soledad arrepentida;
que estás aquí y aunque no estás conmigo,
vuelvo a encontrar tu corazón amigo,
junto a las cosas que tocó tu vida"


"Tu nombre en la arena"
Carlos Barocela.


Es hermoso recordar nuestra juventud; es volver a vivir aquellos mágicos momentos en que nuevos sentimientos embargaron de felicidad o hirieron por vez primera nuestros corazones. Inexorables comparaciones vienen a nuestra mente cuando vemos la naturalidad con que viven los jóvenes de hoy su maravillosa época que algún día recordarán -igual que nosotros-, con nostalgia.

Para nosotros era difícil -más aún para los tímidos e inseguros como yo-, abordar a esa niña que nos robaba la calma. Generalmente se nos hacía más fácil, hacernos de la amistad de alguna amiga de nuestra pretendida conquista y por medio de ella darle a conocer nuestras intenciones y sentimientos o simplemente pedirle que le preguntara "si nos recibía una carta". Una vez que se conseguía el sí de la niña y ya se era novio, se pasaba a otra etapa, la de poder platicar, lo cual si era ya más complicado.

Una de las tácticas favoritas era esperar pacientemente a verla salir por las tortillas o el pan y poder acompañarla unos minutos en su mandado y caminar con ella en el retorno hasta la esquina de su casa, lo cual significaba el peligro de ser descubiertos por los padres de la chamaca.
Tomarse de la mano o saludarse de beso en la mejilla eran cosas que nunca soñamos los jóvenes de aquellos años. Supe de muchos amigos míos que experimentaron eyaculaciones prematuras al solo contacto de la mano de su novia; eran tantas las prohibiciones, que ese simple roce, era una experiencia "tan atrevida", que hacía que los novios sintieran que en realidad estaban cruzando las fronteras de la inmoralidad.

La ferias de mayo y diciembre traían consigo los famosos juegos mecánicos y "la rueda de la fortuna" era cómplice para poder por fin -en las aturas y previo acuerdo con el operador- por primera vez saborear la miel de un beso cándido o ir más allá en alguna caricia seductora.

Sin duda hay un mar de diferencia que nos hace entristecer al saber que de alguna manera; nuestra juventud hubiera sido mucho más placentera si hubiésemos sido afortunados en vivir los actuales tiempos. Hoy la tecnología y las redes sociales, hacen sencilla la tarea para poder accesar a cualquier persona que deseamos contactar y en este caso no se necesita más que investigar por medio de algún amigo -o directamente-, el número del teléfono móvil de la chica, para satisfacer  los simples deseos de platicar con ella.

Tener una cámara "Kodak" era un lujo que pocos se podían dar y a ese privilegio se tenía que agregar el rollo, "los flashes", el revelado y paciencia, para poder tener la foto de nuestra novia, pues ni siquiera soñábamos con dispositivos con cámara integrada.

Las jóvenes de hoy caminan solas a cualquier hora y abordarlas no es ya mal visto como antaño, también asisten a bailes y eventos solas o acompañadas de sus amigas, sin hora condicionada para retornar a su casa o tener que ser vigiladas ni por sus hermanos o padres. Toda aquella candidez se ha perdido de tal manera que es común ver a las quinceañeras en fiestas y jaripeos o eventos masivos tomar cerveza o alcohol sin ninguna preocupación.. ¡Cuanto hemos cambiado!

Con cariño para:
"Poncho", "Chavelo" +, Mario, "Verde", "Chucho", "Canalla", Everthg, "Lencho", "Satanick", "Kiro" y todos aquellos que como yo vivieron "aquellas juventudes"...

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