En aquellos años de los 60, 70 e inicios de los 80 el futbol no era practicado en lo que hoy llamamos "Zona Delta", incluso en poblaciones como Copala y Marquelia no se practicaba el balompié. Encontrar un solo equipo en estos lugares era impensable, sus deportes favoritos eran el Basket y Voli-bol. Con la llegada de la televisión , llegó el futbol a las pantallas caseras y como en todos lados prendió rápidamente en el ánimo de todos los jóvenes de aquellas poblaciones. Fue así que también en Pico del Monte y Chautengo se comenzó a practicar el deporte más popular del mundo.
En 1993, fuimos testigos del primer torneo estatal de futbol celebrado en costa chica, teniendo como sede el poblado vecino de San Marcos. En aquella final vimos a una poderosa escuadra de la ciudad de Iguala. Ese gran equipo tenía como estrella goleadora a un paisano chautengueño llamado Donato Saligan. Siendo incrédulos fuimos a comprobar que tan cierto era todos los elogiosos comentarios que se hacían del lagunero. Resultó cierto. Vimos a un tipo de buena presencia fisica, resorteo y velocidad que disparaba al marco como a la menor oportunidad. Su olfato goleador era notable. Era un auténtico depredador del área. Los igualtecos lo arropaban de tal manera que lo hacian parecer como uno mas de ellos. Era logico, sabían que Saligan les daba mucha fuerza en el ataque y le daban buen trato.
En las odiosas comparaciones nunca nos vamos a poner de acuerdo. Los que vimos jugar a Urbano Salado (campeón del mítico torneo de los barrios, cuna de verdaderas leyendas del futbol mexicano como Cristobal Ortega, por ejemplo); estamos seguros que nadie ha llenado sus zapatos en su puesto de centro delantero. Jugó en Coyotes Neza y fue preseleccionado al mundial juvenil de Rusia. Los que vieron a Margarito Gonzalez estarán de acuerdo que nadie de los futbolistas de la costa chica ha llegado tan lejos como él. Si podemos comparar a Margarito con Urbano a nuestros ojos podemos afirmar que Urbano le pegaba al balón igual o más fuerte. El temible cañonero no tuvo la técnica ni el gol de Salado pero; el plus de Margarito fue su tenacidad y su profesionalismo. Atributos que Urbano simplemente no tuvo.
Quienes vieron a los famosos sanmarqueños "guacho" y "cabeza" -ex-presidente municipal, tendrán su propia opinión.
En las pinturas de Hugo Gallardo que adornan el ayuntamiento cruceño, vemos a Donato Saligan. Quizá no descolló como Salado o el propio Margarito pero sin duda tiene un lugar ganado por méritos propios.
"Honor a quién honor, merece"...
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