Crecí escuchando a mi tío Bardo (único hermano varón de mi madre), cantando en el cumpleaños del festejo de mi "mamá grande". Esa fue la manera en que mi abuela materna nos ordenó le llamáramos.
Cuando íbamos a visitarla, solíamos inclinarnos ante ella besando su mano y deciendo :"mamá grande". Todos en el pueblo llamaban a abuelos, a sus abuelos, pero en nuestro clan esa era la salutación y no fue una copia que se le haya ocurrido a Doña Florentina, era parte de su personalidad y sello familiar.
En esos inolvidables y maravillosos años, mi madre nos despertaba poquito antes dela seis de la mañana para ir a cantarle "las mañanitas", cuando aún no se vislumbraba el alba. Los cinco hermanos le cantaban primero las tradicionales mañanitas y en seguida un canto de felicitación que la propia festejada les había enseñado desde pequeños para felicitar a los cumpleañeros.
"Todas las aves cantan alegremente en la madrugada,
deja ese sueño, prenda de mi corazón,
dia venturoso lleno de felicidad.
Todas las aves cantan en la enramada y la luz del oriente,
viene anunciando la luz de un nuevo día,
va recordando nuestra felicitación.
Que pases muy contenta, muchos años de ventura,
(deseamos todos en la ocasión).
Estos sencillos cantos que llevamos a la gloria,
van recordando nuestra felicitación".
Después de la serenata mañanera, pasábamos todos a la parte trasera de la casa. Un largo y fresco corredor en que se colocaba una mesa para los nietos, mientras mis tíos y mi madre, se sentaban en otra mesa al rededor de mi "mamá grande". Yo nunca me he considerado un orador, (estoy lejos de serlo), sin embargo; aprendi junto a mis primos y hermanos a no temer expresarnos frente al público; gracias a que mi "mamá grande", nos ordenaba "tomar la palabra" para felicitarla.
En ocasiones era mi tío Bardo el que nos instruía a que "dijéramos unas palabras de felicitación a la festejada". Recuerdo que nos levantaba en "vilo" y nos paraba sobre la silla, para que dijéramos el "discurso". Eso nos quitó a mis hermanos y primos, la timidez para expresarnos ente la gente que fuera.
"Chante Luna".
Una vez habiendo comido el pozole, todos los chiquillos salían al enorme patio a jugar. Yo curioso, me quedaba a escuchar la guitarra que acompañaba a mi tío cantar la "Prieta Linda", de repente, alguien pedía que cantara un corrido y fue ahí, donde por primera vez escuché la historia de "El Chante Luna".
Este corrido, narraba la vida y obra de alguien al que el pueblo en general consideraba un héroe, sin saber que en realidad Celestino Luna, era simplemente un sicario que un mal dia -para él-, cayó de la gracia de su propio jefe, el gobernador Alejandro Gómez Maganda.
Celestino era de esas "pistolas que mataban por paga".
Después de asesinar al presidente de San Jerónimo, en Acapulco, disfrazado de "Chante" (indígena de calzón y camisa de manta), se presentó a la casa de la víctima, "ofreciendo sus servicios", para vengar la muerte del ex-alcalde. La viuda le dio las gracias por la oferta y le respondió que "todo se lo dejaba a Dios".
"El Chante" feliz paseaba.
Su caída empezó al asesinar al doctor Barajas que era un hombre de ciencia respetado y querido en el puerto. Fue su ultimo trabajo "fino", (como el le llamaba a sus homicidios). El corrido que yo le escuché a mi tío por primera vez en 1966, versaba sobre la valentía de Celestino y como fue que al darse cuenta de la traición de Nico Gonzalez lo "agarró del cuello y cinco balazos le dio". Historia ¿falsa? Hurgando las crónicas de la época, dos o tres hablan de que Celestino Luna jamas disparó un bala y que quien sí lo hizo en realidad fue "El Patotas" su compañero de fechorías, que también iba cautivo.
Anituy Rebolledo Ayerdí, cronista de Acapulco e hijo de aquel edil de San Jerónimo al que asesinó Celestino, también cuenta de la supuesta cobardía del "Chante", que al verse en peligro de muerte, grito que él no había disparado su revolver (antes de caer abatido a balazos por un convoy que seguía de cerca a automovilistas donde llevaban al "Chante") y por las balas de los federales.
¿Mienten los corridos?
Es posible que si. Hemos encontrado reseñas históricas en que involucran al "Chante Luna" como participante de la matanza de la coprera en 1967. El periódico Excelsior detalla como cierta su intervención junto a otros matones de las costas de Guerrero, lo que es absolutamente falso pues Celestino vivió y murió muchos años antes (1954), en la administración de Alejandro Gómez Maganda.
Mas datos.
Para cerrar esta nota, les comento de nuestro paisano (que fue compadre de mi "mamá grande"), Simón Blanco (Simón Baylón Blanco), originario de "Charco Del Pozo" municipio de Florencio Villarreal. Este famoso personaje, fue llevado a la pantalla por Antonio Aguilar que lo elevó a la categoría de "revolucionario" y lugarteniente de Emiliano Zapata. Los que conocemos la historia de Simón Blanco, sabemos que es falso ya que el nunca vivió ni en los tiempos ni en los escenarios de la revolución mexicana. Todo lo anterior, nos hace pensar que no todo los corridos cuentan las cosas como en realidad fueron.
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