"Entré a trabajar al curato parroquial a la edad de 15 años. Vi llegar al padre Emilio Vázquez Jimenez, acompañado por su inseparable Eleuteria Genchi a quien el cura llamaba cariñosamente "comachi".
Don Emilio había sido designado clérigo principal de la parroquia de Cuautepec, pero ahí su estancia fue corta. Sus amorios con "la sanmarqueña" fueron descubiertos en muy poco tiempo por los feligreses cuautepecos que ni tardos, ni perezosos, denunciaron ante el obispado a Vázquez Jiménez, que salió del "cerro del águila" por la puerta de atrás.
Sin embargo; el obispo respaldó al cura compositor. Si bien lo habían corrido de Cuautepec, podía tranquilamente dar los servicios religiosos necesarios en otras poblaciones que carecían de un párroco, entre ellas había un lugar sumamente interesante: el naciente Cruz Grande.
Ahí pasé buena parte de mi juventud en los quehaceres del curato, ayudando en la cocina y otras tareas domesticas. Don Emilio Vázquez había sido bien recibido por la incipiente comunidad cruceña. Los feligreses acudían a misa y demás servicios religiosos guardando respeto al sacerdote y también a su vida privada.
Esto permitió a Vázquez Jiménez vivir su romance un poco más libre. Por las tardes en los corredores del curato, la pareja solía caminar y conversar sin ningún inconveniente.
Así transcurrieron los años y en 1947, Emilio Vázquez Jiménez cumplió con Eleuteria Genchi: terminó de construirle una casa grande y espaciosa que fue derrumbada hace poco, en ella actualmente se encuentra una tienda oxxo. (Aquí hacemos el comentario que efectivamente, uno de los caballetes de aquella casona que en algin momento fue restaurant-bar; muchos parroquianos observamos la leyenda que rezaba con letras rojas: "E.G. 1947" ¿Acaso sería el mismo párroco quien rotuló esas letras? Nuestra entrevistada no lo recuerda).
Una mañana del primer día de Octubre de 1949, (datos que otras fuentes manejan, aseguran que de 1945), el cura compositor celebraba una misa para los hermanos Juan y Elena Pérez, era tal el escalofrío y el malestar que sentía desde la tarde-noche del día anterior, que no pudo terminar el sacramento.
"Mañana, si dios me permite, terminaré esta santa misa...". Esas fueron sus ultimas palabras ante los feligreses y se retiró a sus aposentos para morir dos horas después.
Los recuerdos de doña María De Jesús Armenta siguen frescos en su memoria. A sus 95 años es un vestigio viviente de Aquel Cruz Grande, el pueblo católico que atestiguó el romance más sonado de la historia y folclore guerrerense de la costa chica; la historia del cura compositor y de su musa: Eleuteria Genchi "La Sanmarqueña"
Eliseo Juárez Rodríguez.
FELICIDADES ELISEO POR TUS APORTACIONES CULTURALES DE NUESTRO ESTADO DE GUERRERO QUE BUENO QUE TENGAS ESE ESPIRITU DE INVESTIGADOR CULTURAL Y SIGAS APORTANDO DATOS INTERESANTES DE LAS COSTUMBRES, TRADICIONES Y PERSONAJES DESTACADOS DEL ESTADO
ResponderEliminarGracias.
EliminarYa debería de tener el tomo 2 de su libro, ojala algún día se proponga ese proyecto.
ResponderEliminarGracias-
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