"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.

IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
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jueves, 15 de enero de 2015

CRUZ GRANDE Y SU HISTORIA A TRAVÉS DEL PINCEL DE HUGO GALLARDO...

Hoy nos fuimos al palacio municipal, a recrear un poco la vista con la obra de Hugo Gallardo. Las paredes del ayuntamiento, han sido tapizadas por el arte de nuestro paisano.


Maestro. Juan Pavón Gallardo.
"La Pólvora".  Gente auténticamente cruceña, que ha llevado el nombre de Cruz Grande a otros lugares de México.
Carlos Manzo Mejía. El poeta cruceño...
Nacimiento del "son de artesa"

 

 

 

 

 

 

 

"El decimero" Chico Saavedra.

 Personajes de mucha importancia en la historia musical, académica, deportiva y popular de Cruz Grande, han sido retratados fielmente por el pincel de Gallardo, para describir la participación de cada uno de ellos en la vida del pueblo que los vio nacer. 

"Las salinas de Chautengo"

Agradables imágenes del acontecer cruceño, se pueden observar en su obra pictórica. Así, podemos ver "Las Salinas de Chautengo", "La Laguna de Pico del Monte", "Las danzas de los moros y los pajaritos" etc. 

Si usted amable lector del blog, no ha tenido la oportunidad de verlas personalmente, aquí se las presentamos; esperando se emocione como lo han hecho muchas personas que han visitado el H. Ayuntamiento.

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"Aquel Cruz Grande"

miércoles, 14 de enero de 2015

"Los años maravillosos"

Recuerdos gratos, de gentes que amaron a nuestro pueblo...

 "Manchito"

Salir a pasear por las calles de Cruz Grande en los años sesentas, no significaba emplear tal vez ni veinte minutos para recorrerlo totalmente.

Partiendo de lo que hoy es el jardin o plaza principal, si caminábamos con rumbo a "Las Marías"; la última casa del pueblo era la de "Pancho Piedad" -que después pasó a ser de la familia Rafaela González-.

"Las Crucitas"
Si dirigíamos nuestros pasos en sentido contrario, caminábamos hasta la "lejana" colonia de "Playa Larga". 

Como en "Aquel Cruz Grande" ni siquiera se pensaba en las famosas "combis", todo mundo recorría esas distancias a "golpe de talón"; hasta encontrar la última casa, que era la de Doña Rosa de Lima Genchi +

Antes de llegar ahí; saludábamos "de pasadita", a mi tío Othón Mejía + y a don "Laco Molina" + que en ocasiones solía sentarse en el marco de su puerta para descansar. En aquellos años, esa colonia también recibía el nombre de "Las Crucitas".

La calle Cuauhtémoc tenía en su final -en aquel entonces-, el domicilio de "Manchito"-, singular personaje de "Aquel Cruz Grande" sesentero-. 
En la casa de "Manchito", (actualmente de la familia Jacinto), la gente se proveeía de agua en su generoso pozo artesiano llevándola a su domicilio en cubetas o transportándola en latas "de manteca" en borricos. También era normal ir a esa casa a tomar una refrescante ducha. 
"Manchito" gozaba de la simpatía de los cruceños chicos y grandes, a quiénes con frecuencia contaba jocosas aventuras y sabrosas anécdotas, (la mayoría producto de su inventiva). Sin duda "Manchito" tenía de gran pópularidad y en las conversaciones cotidianas de la juventud, se solía citar la frase "Como dijo "Manchito"...

La calle principal curiosamente siempre ha ostentado dos nombres. Viniendo desde el crucero o carretera nacional, la primera casa en aquellos tiempos era la de la familia Díaz, -hoy Flores-Díaz-; y se llama Álvaro Obregón.  Al cruzar la calle Cuauhtémoc, toma el nombre de Florencio Villarreal. 

La última casa (caminándo hacia el norte del pueblo) que divisábamos en aquellos ayeres, era la del inolvidable "Coconche", Después de esa casa, los cruceños llamaban a los inicios de la brecha, -hoy carretera Ayutla-Cruz Grande-, "La avanzada"...

Continuará...

LA TRIVIA...¿Qué tanto conoces de la Costa Chica?

Este siniestro personaje fue presidente municipal de San Marcos, se adjudicó algunos "terrenitos" en el mero centro de esa municipalidad. Se cuenta como anécdota que al término de su "gestion", hizo un cheque por los últimos 15 pesos que quedaban en las arcas del municipio. Mandó cambiarlo al banco y luego se lo gastó en refrescos. Una pista más: practica la antipoesía. Si nos dices quién es, te mandamos un reconocimiento...

sábado, 10 de enero de 2015

"AQUEL CRUZ GRANDE"

"Luces del Faro".


Mi primer ídolo, mi padrino Abraham...

Era la calle principal toda nuestra; en ella los chiquillos de "Aquel Cruz Grande" podíamos jugar tranquilamente durante el día, la tarde y parte de la noche. No había tráfico de vehículos, al menos, no circulaban más de tres carros en todo el día. 

Nuestro domicilio era en aquel entonces la casa que ahora pertenece a Don Ciriaco Bibiano Sevilla, (que por cierto conserva en gran parte su fachada original y sus tejas de barro) bajo las cuales viví mis primeros años.

De vez en vez, todos los pobladores de "Aquel Cruz Grande" veíamos el paso de un "enorme" camión "tortón" conducido por su simpático operador a quien apodaban "El Aguacate"; un personaje bonachón que bajaba casi siempre en nuestra miscelánea a comprar cigarros. "El Aguacate" se sabía admirado por la gente, que lo veía pasar en solitario con su carga.

Cuando "El Aguacate" procedía de Ayutla transportaba frutos de la tierra, animales porcinos y caprinos con rumbo a Acapulco; a su regreso, su cargamento era de artículos de primera necesidad y petróleo, que llevaba para los habitantes de Ayutla y Tecoanapa.

Otro de esos "titanes" del volante que "Aquel Cruz Grande" veía pasar era Abraham García Salmerón -a la postre, mi futuro padrino de primera comunión-. 
Quizá más popular que el mismo "Aguacate", Abraham era de carácter alegre y dicharachero. Tal vez ni el mismo imaginaba que en poco tiempo se afincaría (y moriría) en Cruz Grande, donde llegó a instalarse en la casa que hoy ocupa la oficina de Finanzas, con la hermosa Doña Esther Casarrubias, (su esposa) y sus pequeños hijos Abraham y Leticia.

Cómo recuerdo aquella ocasión en que mi madre me preguntó.

 -¿Y a quién quieres de padrino para hacer tu primera comunión?.-Sin pensarlo mucho contesté-:

-¡A Abraham! 

Y él (creo), aceptó gustoso. Un tres de mayo (el día del pueblo), interrumpió, sus actividades de trasiego, para ser mi padrino de primera comunión.

Si tuviera que elegir un recuerdo agradable -de los pocos que tuve- de mi infancia, sin duda me quedaría con aquel hermoso traje blanco de saco y corbata de moño y mis zapatos también del mismo color. Inolvidable recuerdo tengo en mi memoria de aquella rosca envinada y el chocolate con que se acompañó el desayuno de mi primera comunión. Sin duda mi madre me mostró en ese detalle que era el consentido de sus hijos.

Pero volviendo a lo que decía sobre la calle principal, recuerdo nuestros juegos como "el veinte" y "el currurru". 

Una vez gastadas nuestras energías, ya para retirarnos a nuestras casas, nos sentábamos en circulo frente a la luz de un candil enmedio de aquella calle tranquila. Los más grandes eran quiénes tomaban el papel de narradores de cuentos, que en ocasiones versaban sobre las sirenas y monstruos marinos, otras veces; trataban (con mucho éxito), de ser de "terror". Las noches estrelladas de "Aquel Cruz Grande", eran aún más encantadoras con la luz (en aquel entonces frecuente), del faro de la laguna de Chautengo que para nosotros era una fuente con que se alimentaba nuestra fantasía infantil...


Continuará...

viernes, 9 de enero de 2015

"AQUEL CRUZ GRANDE"






EX-PRESIDENTES MUNICIPALES. ROSTROS DE LA HISTORIA DE 
"AQUEL CRUZ GRANDE"


1968. La historia de Cruz Grande, la escribían hombres como Fernando Cañedo, en ese entonces presidente municipal y Aquilino Santos Calixto, quien también dirigió al municipio de Florencio Villarreal. Con ellos "Pancho Burgoa" el eterno "maestro de ceremonias" de "Aquel Cruz Grande". La niña que declama es la profesora Florentina Rodríguez Gallardo.


CRUZ GRANDE ES OFICIALMENTE LA SEDE...
En aquel año de 1968, la sede del 48 B/I se encontraba momentáneamente en Ometepec. Quizá desde los altos mandos de la secretaría de la defensa, se buscaba que la residencia definitiva de este batallón, fuera un poblado tácticamente mejor ubicado.
Aún así, se supo que San Marcos, "El Bello Nido" y Cruz Grande, se disputaban el honor de albergar para siempre al referido brazo del ejército nacional.
Curiosamente nuestros paisanos de Ometepec, no simpatizaban mucho con la idea de ser la sede, aunque lo cierto es que estratégicamente no ofrecían tantas ventajas al proyecto, como Cruz Grande o San Marcos.
Nuestros vecinos Sanmarqueños, también estaban con "dos corazones". Una parte de la población simpatizaba con la idea de recibir a las fuerzas militares, la otra parte; no veía con buenos ojos la llegada de los militares, por temor a que los "verdes", enamoraran (y se quedaran) con las mujeres más bonitas, razón por la cual, Cruz Grande se erigió como la opción más viable, por ofrecer todas las ventajas tácticas al ser "El Auténtico Corazón de la Costa Chica". Lo anterior quedó ratificado años más tarde, al ser elegido como sede de la "Subcoordinación de Servicios Educativos ", otra importante dependencia del gobieno en esos años .


ASÍ LO VIERON LOS SANMARQUEÑOS.
(EXTRACTO FIEL, TOMADO DE "EL RESORTE INFORMA")

...NO NOS IRAN A TIRAR UNA BOMBA PARA ACABAR CON ESTE MUNICIPIO QUINTO MUNDISTA, PORQUE NI A TERCERO LLEGAMOS Y ASI ACABAR CON NUESTRAS PENURIAS SOCIOECONOMICAS Y POLITICAS O SE REIRAN DE NUESTRAS PENDEJADAS Y GUEVONERAS,(SIC) NI MODO QUE NO SEPAN QUE YA SE NOS FUE DE SAN MARCOS EL BATALLON 48 DE INFANTERIA, QUESQUE PORQUE LOS SOLDADOS NOS HIBAN(SIC) A ROBAR LAS MUJERES A LOS SAN MARQUEÑOS -SANCHAR EN POCA PALABRAS-, SE NOS FUE LA PISTA DE PRUEBAS DE LA CHEVROLET -QUESQUE PORQUE HIBAN A CONTAMINAR NUESTRAS "VIRGINALES Y LIMPIAS PLAYAS" -CUANDO VAMOS AL DORADO EN NAVIDAD HASTA LOS SEROTITOS Y MIADITOS ANDAN NADANDO JUNTO CON NOSOTROS Y UN BASURAL DE LA CHINGADA QUE DEJAMOS-, VINIERON LOS JAPONESES A SEMBRAR MELON Y LE DIERON SU GARROTERA A MI AMIGO EL SR. YAMAHA, HASTA LO DEJARON TIRADO FRENTE A MI CASA -QUESQUE PORQUE SE ENOJARON, EN PRIMERA LOS PATRONES PORQUE LES PAGABA MEJOR EL DIA DE TRABAJO AL PEON QUE ELLOS, EN SEGUNDA LOS PEONES QUE PORQUE LES DABA TRABAJO Y LES PAGABA BIEN, QUIEN LOS ENTIENDE...!.Y OTRAS TANTAS MEJORAS MAS PARA EL MUNICIPIO QUE SE NOS HAN IDO.
CORTESIA DE: ELBLOGDETITO

jueves, 8 de enero de 2015

"AQUEL CRUZ GRANDE"

"PRIMEROS SABORES Y COLORES DE 1965..."


Era un pequeño pueblo, un centenar de casas en su mayoría de adobe y techos de teja. 

Mis recuerdos infantiles evocan las tardes apacibles, cuya calma se interrumpía con los gritos lejanos de los jugadores de basquet-bol en la canchita que hoy es ocupada por lo que es el jardín central. 

Los principales de "Aquel Cruz Grande" observaban a los jóvenes retozar, algunos sentados en la única banqueta que adornaba su contorno y que rezaba en su respaldo: "Donada por Generoso Trigo Alemán".

Rodeaban aquella cancha deportiva, doce imponentes e inmensos tamarindos: cuatro de ellos estaban frente a lo que hoy es el ayuntamiento, casi justo donde hoy está el asta bandera del jardín. Aquellos grandes tamarindos eran la delicia de todos los niños de "Aquel Cruz Grande", en ellos jugábamos a "Tarzán" o los utilizábamos como "porterías" para jugar "mete gol-para". 

Esos tamaríndos también se ocupaban para  -de sus enormes brazos-, amarrar al ganado que en ocasiones estaba en litigio o disputa para efectos de aclaración de propiedad.


Un enorme galerón de teja y corredor servía como albergue a la comandancia de policía, al ayuntamiento, a la escuela primaria y a la cárcel municipal.



Caía la tarde, el sol se ocultaba y el imponente cerro de "Camacho" que ante mis ojos infantiles se levantaba majestuoso, se tornaba en un gigante envuelto en las sombras. Girando la vista un poco hacia la derecha, se divisaban pequeñas luces en las montañas de Azozuca y Tonalá; escuchaba a mis mayores decir que los habitantes de aquellos lugares elaboraban panela, y que "esa lumbre" era parte de la fabricación de lo que los costeños llamamos "panocha".



Recuerdo agradable, era aquel sabor inolvidable de las sabrosas enchiladas y el atole champurrado de Doña Valeria Jacinto que junto a las panaderas de "Aquel Cruz Grande"; mis tías Rosa de Lima y Luisa Ramírez, Doña Sadot Orozco y Doña Rebeca Sandoval vendían su delicioso pan dulce, ahí donde ahora se encuentra "El Tacoso". Del otro lado de la calle; se encontraban dos señoras que vendían sus sabrosos tacos dorados, enchiladas y tostadas: eran "Doña Nanda" y "Toya, que junto a Niño (vendedor de Skimos) se instalaban todas las noches en los corredores de las casas de los hermanos Carlos y Víto Manzo. 


La luz eléctrica aún no llegaba a nuestro pueblo y en las casas nos alumbrabamos con candiles. 
La radio era en aquellos ayeres era un aparato indispensable, que hacía más amenas las noches de "Aquel Cruz Grande". Era común que las casas cerraran sus puertas antes de las ocho, pero quien caminaba por aquellas oscuras calles, podía darse cuenta que quiénes las habitaban estaban despiertos aún, pues la programación de la "XEW" o "XEQ", sonaban con claridad. Los programas que "Aquel Cruz Grande" escuchaba diariamente, eran las radionovelas como "Chucho el Roto" y "El Derecho de Nacer" o concursos como "El Risómetro" y "El Cochinito" con "Pépe" Ruíz Vélez...

Continuará.

"AQUEL CRUZ GRANDE"

"AQUELLA MAÑANA ROJA"

El sacristán ha visto
hacerse viejo al cura.
El cura ha visto al cabo,
y el cabo al sacristán.
Y mi pueblo después,
vio morir a los tres...
Y me pregunto ¿porqué nacerá gente?
si nacer o morir es indiferente.  


Pueblo Blanco.
Joan Manuel Serrat.


10 de Febrero de 1963, Una mañana tranquila. La maestra Marciana Ramírez se preparaba para ir a dar sus clases en la escuela primaria "Josefa O. de Domínguez".
Abrió su puerta, el aire fresco de la mañana cruceña le acarició su rostro moreno. En la mesa rústica de madera humeaba el aromático "Café Tineo" y, junto a aquella taza; una torta de "pan de huevo" horneada una tarde antes por Sadot Orozco, le esperaba.  Mientras peinaba sus largos y entrecanos cabellos, a través de su ventana, la maestra observó toda aquella placita risueña. Algunos niños, con sus pies descalzos y uniformes incompletos llegaban en silencio a la escuela. Por la calle principal, vendedoras de flores, limones y plátanos verdes; desfilaban ofreciendo casa por casa y discretamente sus modestas mercancías.

Sí, parecía una mañana tranquila como todas.  El sol radiante y victorioso, saludaba pareciendo emerger desde las montañas de Cuautepec. Arriba en "La Loma", la gran cruz de madera, símbolo del pueblo, se erguía majestuosa, como perdonando los pecados; como bendiciendo aquel nuevo amanecer.


Doña Marciana apuraba su café, vio a lo lejos cruzar la calle a "Biche Martha", el peluquero del pueblo que ya había habilitado su sillón de fígaro instalado en el corredor del enorme caserón de teja que albergaba al ayuntamiento; la comandancia de la policía, la escuela primaria y la cárcel municipal, en ese orden.  Ya casi era hora de caminar hacia la escuela. Su vecino Pablo Vázquez que regresaba de ayudar en la misa de seis, la saludo con el respeto de siempre.


-¡Buenos días maestra!
-¡Buenos Diás, Pablo…!

Los enormes tamarindos que rodeaban el mercadito parecían más verdes al recibir los primeros rayos de sol; una parvada de zanates se levantó desde una de sus copas, escandalosamente.
Cuidadosamente "Biche Martha", iba rasurando la barba desaliñada de Román Mejía. El barbero sentía que esa mañana iba a ser productiva; otros hombres ya esperaban su turno.

Don Manuel Basabe pasó con rumbo a su zapatería dando lacónicamente su saludo,  éste le fue contestado a coro por los Mejías;  que sentados donde fuera, esperaban el aseo matinal.


Todo parecía en orden. En su casa "Don Víto Manzo", encendió su potente radio de transistores; se disponía a escuchar las noticias de la RCN de Acapulco y después a las 8, en la hora del almuerzo emocionarse con la novela de Porfirio Cadena, "El Ojo de Vidrio",  programa que tenía atrapada a toda la población y los mantenía al pendiente de su trama. Sus inquilinos doña Bella y don Manuel, abrían la puerta de su modesta mercería; en ella había hilos, botones, agujas, aros de madera para bordar; "cancioneros del bajío" , cuadernos grapados de 20 hojas, silabarios y lápices; estos dos últimos artículos eran todo el material escolar que les era solicitado a los padres por doña Marciana para enseñar a leer y escribir a los niños de "Aquel Cruz Grande".

Nada parecía perturbar esa mañana. Todo era igual que todos los amaneceres de un pueblo pobre, al que sólo parecían vestirle ricamente los colores de la flora y la fauna.
De pronto, una lluvia de plomo atravesó la plaza buscando a los Mejías.  Aquel sol brillante se tornó de un rojo intenso, casi púrpura. En la silla del peluquero del pueblo, Román Mejía se había quedado con los ojos abiertos, como esperando que Biche terminara de rasurarlo; un hilillo de sangre que descendía de su boca decía que su existencia había terminado.


Sintió algo que le quemaba la pierna derecha, había caído involuntariamente derribado por algo. Al escuchar aquel concierto de balas, se arrastró como pudo hasta protegerse con una guarnición del corredor. No entendía porqué aquellas balas también lo buscaban incesantes. Biche Martha cerró los ojos mientras apretaba con sus manos la pierna que le ardía; el dolor lo hacía sudar copiosamente. Aquellas ráfagas de odio bajaban intensas desde "La patrona", quizá desde las casas que estaban frente a la presidencia. Los zumbidos de otros proyectiles se impactaban en los pilares del corredor, avisándole al barbero que también alguien disparaba desde el fondo de la calle justo atrás del árbol de acacia; cerca de la casa de Don Modesto el reparador de joyas.

En mi casa, a unos pasos de la plaza igual que todos los vecinos, estábamos encerrados. 

Mi madre luchaba por cerrar la puerta con nuestra nana Encarnación, que con "la tranca" en la mano, se empeñaba en ver la batalla desde ahí como si se tratara del rodaje de una película.
Aquella mañana roja el color de la muerte pintó de tragedia a Aquel Cruz Grande

Los Mejía habían sido vencidos una vez más por sus rivales; sus enconados enemigos.
Era una batalla sangrienta, era la lucha por el poder entre dos familias, era "Aquel Cruz Grande"…