PIONEROS DE "AQUEL CRUZ GRANDE"

Rubén Farfán Montaño.

Un tipo agradable, alto y de ojos claros, don Rubén era estimado; su presencia era una constante en los eventos importantes de Aquel Cruz Grande sesentero; lo mismo en un programa cívico, que  en fiestas de la sociedad.

Farfán (como le llamaba la gente), participaba de la vida política y social del pueblo intensamente como un cruceño más.

La visión emprendedora de Rubén Farfán, lo llevó a ver más allá en el terreno comercial, fue él quien por vez primera introdujo a nuestro pueblo la primera panadería con horno industrial, en 1968 construye en la calle cuauhtémoc una pequeña factoría, cercana a la casa de don Canuto Flores y abajo de la casa de Doña Mariana Flores. Para la distribución del bolillo y el pan en comunidades cercanas como Chautengo y otros lugares el empresario nacido en Sabana Grande, adquirío dos camionetas Datsún (nissan) tipo estaquitas que fueron la burla de Aquel Cruz Grande que despreciaban esas unidades por pequeñas sin tomar en cuenta el ahorro de combustible entre otras ventajas de esos vehículos.

La fabricación de "pan de hombre" tenía poco éxito en Aquel Cruz Grande (actualmente ya se consume sin problemas) pero Don Rubén Farfán, daba muestras de ser un hombre visionario adelantado por mucho a su época, y aquella compra de las camionetas pequeñas le valió la crítica de muchos "ricos" que no entendían hacia donde veía Farfán que sin duda ya apostaba por el ahorro del combustible, hoy sabemos que esos modelos que adquirió en 1968 son los más vendidos (y los más robados, dada su demanda) en el mercado nacional.

Pero Don Rubén Farfán no sólo trabajaba en la panadería, también era un promotor de espectáculos que trajo a Aquel Cruz Crande "al rey del danzón" Carlos Campos, un evento de gran éxito que congregó a público de toda la costa chica. La presentación de Carlos Campos se llevó a cabo en la escuela Josefa O. de Dominguez.

Don Rubén Farfán Montaño trabó una gran amistad con Don Felipe M. Gatica, el hombre más influyente en la historia de Aquel Cruz Grande de los años 60´s y 70´s. quién lo mantuvo bajo su protección y cariño en los años que el gran empresario vivió en nuestro pueblo. Aún recuerdo la casa que habitó don Rubén junto al otrora y cristalino arroyo del Beque. Curiosamente en aquellos años que él habitó ese domicilio fue cuando esa calle tuvo mucha vida, pues constantemente era visitada por todo tipo de personas y amigos de Don Rubén y de sus hijos Jorge y Ruudy. 

Don Rubén Farfán merece el recuerdo cariñoso de quiénes lo vimos aportar trabajo y progreso a nuestro pueblo, de donde un día partió no por su voluntad y con un corazón partido por el sentimiento de dejar a un pueblo que lo estimó y al que él también le brindó su cariño. Saludos y mucha vida a Don Rubén Farfán donde esté...