"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.

IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
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*Derechos Registrados (2015). protegidos a favor del autor.

domingo, 8 de septiembre de 2024

 Noticias del pasado.

8 de septiembre día de "La divina infantita".

Marcos escuchaba las notas de "Sombra Negra", la vida se le escapaba y sentía dejarla. Su corazón latía agitado. 

-Mica, están tocando "Sombra Negra" en casa de Niana.

"Camarona" o "Camo", era el personaje más popular de "Aquel Cruz Grande". Era ocurrente y carismático; tenía la manera de envolver con su gracia y simpatía a quien se le ocurriera, fuera pobre o de la clase rica del pueblo.


Americanista por convicción, fue de los que se negaron a aceptar la influencia del "Padre Victor".

Tenia destreza para bailar el danzón y lo hacía con elegancia. Su voluminosa figura no era impedimento para danzar. Cuando ibamos a la playa de "La Bocana" todos veiamos con admiracion como flotaba entre aquellas procelosas olas. 


Marcos era el centro de la chacota, de la tertulia, de cualquier platica en la cancha pública o de la cantina o el billar. 

-"Mica...están tocando Sombra Negra", volvió a decir a su esposa, mientras escuchaba cada vez más lejana la trompeta de Cipriano y la banda de "Cruz Quemada".

Lejos también quedaron los recuerdos de su boda, del feliz nacimiento de sus hijos, de las rondas de cerveza y whisky que disfrutó como pocos.


"Camo" vivía de manera sencilla, era tablajero y se levantaba muy de madrugada para tomar su café caliente con "tamales chocos". Luego se disponia a sacrificar un cerdo y sacar todos los cortes, como chuletas, costillas, piernas, etc.

Después de asegurarse que la carne estaba lista para vender en el mercado, Marcos "Camarona", se  disponía a reponer fuerzas en aquella vieja hamaca que pendía del tirante de su casa de adobe. Ahí, descansaba el resto del día, escuchando la RCN y leyendo novelas de fuerte olor a pólvora de Marcial La Fuente Estefania.


A Marcos le gustaban las peleas de gallos y las barajas. Entre broma y broma, "Camo", pedía: "invítame la otra Coca, te voy a platicar otra cosa que te vas a sorprender". Era tan simpático, que terminabas invitándole otra gaseosa negra, mientras el se reía y contaba anécdotas picantes que mantenían atentos a sus amigos.


Recuerdo cuando organizó su primer gran evento, junto a su gran amigo Jesús Carranza. Fue un éxito total contratar a "Acapulco Tropical".

Marcos multiplicó ese éxito como empresario y fueron memorables aquellos bailes populares que nadie del pueblo se quería perder; hasta los estudiantes cruceños que estaban en el D.F y otros lugares, se venían a disfrutar de Gonzalo Ramirez y el " Grupo Caribe". 


Pasaron los años y a principios de los años 90, Marcos sufría de diabetes. Al principio de su enfermedad sufrió la amputación de una extremidad, después la insuficiencia le fue quitando más cuerpo,  pero su carácter nunca se arrugó,  jamás dejó de ser el mismo. Seguía haciendo bromas y trabajando hasta el último momento.  


-"Mica, estan tocando Sombra Negra...", volvió a decir a su amada esposa y sus ojos se apagaron para siempre aquel 8 de septiembre de 1990.


(Cheócrates).

lunes, 29 de julio de 2024

¿A quién debe su nombre "El cerro de Camacho"?



"Ando borracho, de Quinto Camacho,
dile a tu mama, que yo tengo cachos".
(Juego y canto infantil de los niños de "Aquel Cruz Grande").

La primera colonia de nuestro pueblo es "Playa Larga", que a lo largo del tiempo ha tenido dos nombres mas, que son : "Las Crucitas" y "El Aterrizaje".
Antes de la construcción de la carretera Acapulco- Pinotepa Nacional, Oax en los años 50, la comunicación de "Aquel Cruz Grande" y de la Costa Chica en general, con Mexico, Acapulco, Chilpancingo y otras poblaciones, era vía aérea, estamos hablando de mediados de los años 30. Las avionetas (cesna), transportaban lo mismo a personas, que animales y productos agrícolas, etc. 

"Cerro de Camacho".
Por mucho tiempo fue inspirador de leyendas locales.
De niño lo veíamos imponente y su mar de verdura daba vida al paisaje de "Aquel Cruz Grande". "Camacho" era para nosotros un misterio que queríamos descubrir. 

De "Camacho" se hablaba y se decia de un supuesto "encanto" y de un manantial qué existía en la cúspide del mismo.

Se contaban historias de supuestos tesoros en la cima del "Cerro de Camacho". Los mayores aseguraban que por la noche, en las rocas que se divisaban en su pico, se producian fuegos fatuos, señal inequivoca que ahi, habia metal aureo. 
Era impensable en aquellos tiempos, tratar de subir a conquistar el montículo al que saludábamos por la mañana y despedíamos por la tarde, viendo caer la noche jugando "la rueda de San Miguel". 
En el verano, llegábamos a sus faldas en busca de cera o "zazanil" (una frutilla qué servía para pegar el "papel de china" para elaborar papalotes), pero nunca intentábamos ir más allá para ascender al cenit.

Al paso del tiempo, en los albores de la década de los 70, cuando como alumno de la escuela técnica agropecuaria, exploramos de cerca a  "Camacho", conquistando su cúspide; nos desencantó descubrir que nada de lo que imaginamos había al interior de aquel gigante de nuestra infancia.

Pero regresando a los años 50, la pista del aterrizaje en "Playa Larga", vivia una actividad cotidiana de llegadas y despegues de las avionetas. De los tres o cuatro pilotos aviadores que visitaban "Aquel Cruz Grande", se destacaba uno en particular. La pista de aterrizaje, estaba trazada de sur a norte y terminaba hacia el cerro. Se dice que todos los pilotos entraban por el lado oculto de la elevación, para regresar y planear el aterrizaje. El piloto Camacho, se distinguía por hacer una maniobra totalmente diferente: solía llegar a la pista de aterrizaje de "Aquel Cruz Grande", por la parte visible del cerro. Esta maniobra que lo distinguía de los otros aviadores, hacia que los pobladores advirtieran su llegada, lo que no sucedía tan claramente con los otras avionetas. 
Cuando Camacho y su avioneta aparecían surcando el cielo cerca del cerro, la población entusiasmada comenzó a identificar al piloto diciendo: ¡Ahí viene Camacho, frente al cerro!
Fue de esa manera como Aquel Cruz Grande, empezó a llamar al Cerro " De Camacho".

Cheócrates. 


domingo, 16 de junio de 2024

CUANDO LOS CORRIDOS...¿MIENTEN?

Crecí escuchando a mi tío Bardo (único hermano varón de mi madre), cantando en el cumpleaños del festejo de mi "mamá grande".  Esa fue la manera en que mi abuela materna nos ordenó le llamáramos. 

Cuando íbamos a visitarla, solíamos inclinarnos ante ella besando su mano y deciendo :"mamá grande".  Todos en el pueblo llamaban a abuelos, a sus abuelos, pero en nuestro clan esa era la salutación y no fue una copia que se le haya ocurrido a Doña Florentina, era parte de su personalidad y sello familiar.

En esos inolvidables y maravillosos años, mi madre nos despertaba poquito antes dela seis de la mañana para ir a cantarle "las mañanitas", cuando aún  no se vislumbraba el alba. Los cinco hermanos le cantaban primero las tradicionales mañanitas y en seguida un canto de felicitación que la propia festejada les había enseñado desde pequeños para felicitar a los cumpleañeros.

"Todas las aves cantan alegremente en la madrugada, 

deja ese sueño, prenda de mi corazón, 

dia venturoso lleno de felicidad.

Todas las aves cantan en la enramada y la luz del oriente,

viene anunciando la luz de un nuevo día,

va recordando nuestra felicitación.

Que pases muy contenta, muchos años de ventura, 

(deseamos todos en la ocasión). 

Estos sencillos cantos que llevamos a la gloria,

van recordando nuestra felicitación".


Después de la serenata mañanera, pasábamos todos a la parte trasera de la casa. Un largo y fresco corredor en que se colocaba una mesa para los nietos, mientras mis tíos y mi madre, se sentaban  en otra mesa al rededor de mi "mamá grande".  Yo nunca me he considerado un orador, (estoy lejos de serlo), sin embargo; aprendi junto a mis primos y hermanos a no temer expresarnos frente al público; gracias a que mi "mamá grande", nos ordenaba "tomar la palabra" para felicitarla. 

En ocasiones era mi tío Bardo el que nos instruía a que "dijéramos unas palabras de felicitación a la festejada".  Recuerdo que nos levantaba en "vilo" y nos paraba sobre la silla, para que dijéramos el "discurso". Eso nos quitó a mis hermanos y primos, la timidez para expresarnos ente la gente que fuera.


"Chante Luna".

Una vez habiendo comido el pozole, todos los chiquillos salían al enorme patio a jugar. Yo curioso, me quedaba a escuchar la guitarra que acompañaba a mi tío cantar la "Prieta Linda", de repente, alguien pedía que cantara un corrido y fue ahí, donde por primera vez escuché la historia de "El Chante Luna".

Este corrido, narraba la vida y obra de alguien al que el pueblo en general consideraba un héroe, sin saber que en realidad Celestino Luna, era simplemente un sicario que un mal dia -para él-, cayó de la gracia de su propio jefe, el gobernador Alejandro Gómez Maganda. 

Celestino era de esas "pistolas que mataban por paga". 

Después de asesinar al presidente de San Jerónimo,  en Acapulco, disfrazado de "Chante" (indígena de calzón y camisa de manta), se presentó a la casa de la víctima, "ofreciendo sus servicios", para vengar la muerte del ex-alcalde. La viuda le dio las gracias por la oferta y le respondió que "todo se lo dejaba a Dios".

"El Chante" feliz paseaba. 

Su caída empezó al asesinar al doctor Barajas que era un hombre de ciencia respetado y querido en el puerto. Fue su ultimo trabajo "fino", (como el le llamaba a sus homicidios). El corrido que yo le escuché a mi tío por primera vez en 1966, versaba sobre la valentía de Celestino y como fue que al darse cuenta de la traición de Nico Gonzalez lo "agarró del cuello y cinco balazos le dio". Historia ¿falsa? Hurgando las crónicas de la época, dos o tres hablan de que Celestino Luna jamas disparó un bala y que quien sí lo hizo en realidad fue "El Patotas" su compañero de fechorías, que también iba cautivo.  

Anituy Rebolledo Ayerdí, cronista de Acapulco e hijo de aquel edil de San Jerónimo al que asesinó Celestino,  también cuenta de la supuesta cobardía del "Chante", que al verse en peligro de muerte, grito que él no había disparado su revolver (antes de caer abatido a balazos por un convoy que seguía de cerca a automovilistas donde llevaban al "Chante") y por las balas de los federales.

¿Mienten los corridos?

Es posible que si. Hemos encontrado reseñas históricas en que involucran al "Chante Luna" como participante de la matanza de la coprera en 1967. El periódico Excelsior detalla como cierta su intervención junto a otros matones de las costas de Guerrero, lo que es absolutamente falso pues Celestino vivió y murió muchos años antes (1954), en la administración de Alejandro Gómez Maganda.

Mas datos.

Para cerrar esta nota, les comento de nuestro paisano (que fue compadre de mi "mamá grande"), Simón Blanco (Simón Baylón Blanco), originario de "Charco Del Pozo" municipio de Florencio Villarreal. Este famoso personaje, fue llevado a la pantalla por Antonio Aguilar que lo elevó a la categoría de "revolucionario" y lugarteniente de Emiliano Zapata. Los que conocemos la historia de Simón Blanco, sabemos que es falso ya que el nunca vivió ni en los tiempos ni en los escenarios de la revolución mexicana. Todo lo anterior, nos hace pensar que no todo los corridos cuentan las cosas como en realidad fueron.

El mejor regalo del Día del Padre.




Hoy se celebra en Mexico otra fecha más de esas que inventan los comerciantes para hacernos consumir, el “día del padre”, inventada y promovida en Mexico por Televisa. Este día los mexicanos lo celebramos ya como un clásico festejo, sin que -naturalmente- alcance los niveles sentimentales y sacrosantos del día de la madre.

Mi mejor regalo. Sin duda el mejor regalo para los padres por parte de los hijos, no son las cosas materiales sino el éxito que puedan tener ellos en su vida personal. En este sentido he sido afortunado, mis hijos son el mejor regalo que he recibido en la vida.

Claudia.

Mi primer amor. Con la primera ilusión de ser padre, la recibimos un 23 de agosto de 1977, en San Marcos, Guerrero. De una inteligencia sobresaliente, ingresó un año antes a educación preescolar, allá en la colonia “Claveria” en la capital de la República , a solo unos pasos de lo que había sido la casa natal del “Principe de la canción” José José. Sus notas escolares siempre fueron firmadas por el más alto promedio. Fue abanderada de todas sus escuelas incluyendo por supuesto la técnica 13 de Cruz Grande. Se recibió de abogada con mención honorífica y ya casada ascendió rápidamente cuando desempeñó el puesto de jefa de intendencia del CENAR, (centro nacional de atletas de alto rendimiento), donde al momento de su muerte prematura, ya se encontraba en cuarto lugar del organigrama de ese órgano deportivo de nuestro país. A Claudia, le sonría el futuro, estuvo dos veces en Palacio Nacional invitada por Felipe Calderón a la tradicional cena de la noche mexicana. Una tarde de Enero, recibí la más triste de las noticias: mi niña, estaba internada y se le había detectado cáncer terminal. En tres angustiosos meses, la vi morir. Su final, aunque doloroso fue digno de su gran personalidad. Mi hija supo ser previsora y gracias a ello, fue atendida en uno de los hospitales más prestigiados de la cdmx. En nuestro gran dolor, solo nos dedicamos a estar con ella sin preocuparnos de lo más mínimo en cuanto a gastos se refiere. Dejó a su hija - mi nieta- asegurada en su educación y con dos casas. Tenía un gran futuro y Dios se la llevó. Jamás discutí con él su designio. Le lloré mucho y el dolor sigue oculto en mi pecho, pero agradezco al Espíritu Santo el haberme concedido ser su padre. 

Eli.  

Hoy me manda una postal de Ámsterdam, Holanda. Nacio un año después de Claux, en la casa de Rosita Genchi +, (ahí donde ahora está el Oxxo). Desde pequeña dio muestras de seguir los pasos de Claudia. Ely, era sobresaliente en su escuela y en sus notas no había calificación de “nueves”, su alto promedio le hizo ganar el primer lugar de zona en los concursos escolares de su primaria, secundaria y preparatoria en la universidad americana de Acapulco. A Eli le preocupaba desde sus primeros años, aquella sentencia que les impuse a mis hijos: “aquí no me traigan boletas de calificación que tengan “nueves” de calificación. Bajo esa orden - que yo solo decía por formulismo-, ella cumplió siempre. Como padre de familia jamás acudí a ninguna junta para dar o recibir quejas del comportamiento de mis hijos, esa nunca fue mi preocupación. Sabía que ellos me tenian - y no me arrepiento de eso-, ya que el temor, les forjó un espíritu de sacrificio por conducirse con respeto. A la fecha, todos mis hijos saludan a mis familiares y parientes como “abuelita, abuelito, etc. Son reconocidos por ser respetuosos y educados. Volviendo con Eli, recuerdo aquel amargo día de la clausura de la técnica 13. Como dije, jamás fui a ponerme de acuerdo con el director de la secundaria para que mis hijas se transfirieran la bandera. Claudia era la abanderada saliente y ese año, la dirección de la escuela, cambió la mecánica del concurso decidiendo que a partir de esa terminación fuera el mejor promedio de la escuela, quien recibiera la bandera. Esa lamentable decisión recayó en que Ely, debía recibir la bandera siendo de primer año. Esa determinación de la dirección de la escuela, (no mía, ni de Tere), fue motivo para que la mayoría de la gente dijera que “por ser rica”, estaba mi hija “comprando” la bandera. Ely continuó sus estudios y la vida le ha compensado todos sus esfuerzos. Desde que se fue de Cruz Grande para estudiar, se costeó su educación trabajando al mismo ritmo de sus estudios académicos. Se graduó con todos los honores como diseñadora gráfica por la Universidad Autónoma Metropolitana. Ha logrado llegar a un lugar muy alto dentro del negocio de la publicidad. Ha dirigido a Sebastian Ruli, Miguel Layún, Moises Muñoz, Raúl Jimenez entre muchos famosos más que le reconocen su talento. Sus trabajos se ven a diario en televisión ya sea en comerciales de galletas o pan. Ella me hace sentir orgulloso y -modestia aparte- se qué parte de su ingenio es el legado de su papá ya que el mundo de la comunicación siempre fue una pasion personal. Mi hija Ely viaja constantemente por europa, asia y sudamerica llevando siempre en alto el apellido de sus padres y el orgullo de ser de Cruz Grande, aunque Aquel Cruz Grande, haya dudado alguna vez de su capacidad, ella nunca ha renegado de sus orígenes.

Podría seguir hablando de los maravillosos hijos que tengo, todos son excelentes, Junior es noble, caballeroso y un gran profesor de educación física. Excelente deportista entre muchas más cualidades que tiene, me hacen sentirme satisfecho de su educación. Maury es sobresaliente y tiene también enorme capacidad de trabajo. Vianella, es gruñona pero de un enorme corazón, me ama tanto que da todo por mi, como lo hacen todos mis hijos. Ellos son el mejor regalo que la vida me ha dado y este Día del padre no quiero mas obsequio que seguir teniendo el orgullo de ser su papá.

jueves, 29 de febrero de 2024

CRUZ GRANDE...¿CUÁL ES EL ORIGEN VERDADERO DEL NOMBRE DE NUESTRO PUEBLO?

En la insaciable sed española por el oro, Hernán Cortés encomendaba misiones que le reportaran yacimientos del metal auréo que "los curaba de aquella confesa enfermedad". Así, sus capitanes bajaron a las tierras sureñas explorando selvas y montañas. Al paso de las tropas invasoras, salían los dueños invariablemente a rendirse; para desdicha de los españoles) no todos estaban dispuestos a entregar así como así, sus tierras, mujeres y honor. 

Loa Yopes, raza prehispánica indomable, vendió cara la rendición; ante la llegada de aquellos que llegaban a invadir sin ningún derecho el territorio que ni siquiera los aztecas habían podido dominar completamente. 

Los españoles sufrieron innumerables bajas y una y otra vez, pero su ansiedad por el metal los hacía regresar después de las terribles experiencias que habían sufrido; con sacrificios o pieles blancas desolladas. Los Yopes no fueron vencidos por los barbados; ellos tuvieron que acudir una vez mas, a las alianzas entre las mismas etnias que los llevaron a conquistar la gran Tenochtitlán. Finalmente - con la peligrosa resistencia de los reductos Yopes, tierras de Cuautepec, los invasores de la península española, lograron internarse a las montañas de lo que hoy es territorio guerrerense. 

En su descenso hacia la hoy región Costa Chica, los mal llamados conquistadores, colocaban a su paso el símbolo de su religión católica. Era generalmente una cruz de madera erigida en lo que consideraban puntos estratégicos de su expedición. Así, a su paso por lo que hoy conocemos como Cruz Grande, fabricaron una cruz mas grande y mas alta que las que habían sido colocadas en otros lugares. Unas vez que fue izado aquel símbolo, aquel paraje en que pernoctaron por algunos días, recibió el nombre de "Paraje de la Cruz Alta". Esta teoría la desarrollamos con base en documentos encontrados en libros y actas que relatan la historia de personajes medulares de nuestra nación como lo fue el generalísimo José María Morelos y Pavón, quien involuntariamente celebra su cumpleaños en lo que seria mucho tiempo después, "La Hacienda de Cruz Grande" y finalmente el pueblo de Cruz Grande, nombre -curiosamente- mas antiguo que el nombre del municipio, llamado inmerecidamente Florencio Villarreal.

Con estos datos, esperamos proporcionar otra visión y óptica a quienes tratan de encontrar el origen del nombre de nuestro poblado. Sin duda, son respetables las leyendas que se manejan en torno a este tema. Nuestro blog, ha indagado y ha encontrado la huella de este nombre. En el archivo general de la nación se encuentran documentos en que nuestro terruño era considerado ya con el símbolo de la Cruz y denominado hacienda. Consta esto en la historia de la solicitud que emitieron Román Mejía y Felipe M. Gatica en 1964, para conocer fechas y datos de la creación de nuestro municipio.

martes, 6 de febrero de 2024

¡Me voy pa' España!

En cada pueblo hay un personaje pintoresco,cuyas ocurrencias son festejadas por todos. En Cruz Grande sin duda el más popular es Gustavo Torres Pérez mejor conocido como "Huevo". 
Desde pequeño, Gustavo ha sido protagonista de memorables acontecimientos. 

Con apenas escasos 9 años, Huevo, peloteaba hasta entrada la noche en la cancha deportiva del centro de "Aquel Cruz Grande". Una de esas tardes en que ya la noche había caído, su mamá había comprado tacos dorados para cenar acompañado de su pequeño hijo.

-¡Gustavo, Gustavo!- se escuchaba la delgada voz de la autora de sus días. Aquí tengo los tacos para cenar, ¿comemos aquí o en la casa?
-¡Dónde quiera mama, es lo vergo! Contestó al instante, (sin dejar de patear la pelota), Gustavo.

"Huevo" ha dejado huella en la historia de nuestro pueblo y están influyente que su aporte "lingüístico" está presente en la conversación de grandes y chicos. Sentencias como "Te vas pa' España", sufijos como "Dinerini", y  "Comidini" y "La marambaramba" y otros terminos que casi todos  los curceños usan en su hablar cotidiano, acompañándolos de una buena dosis de humor. 

Una de las anécdotas que se cuentan (sin que nos conste), es aquella en qué en una boda en el baile de "Las calabazas", "Huevo" participaba (como siempre en estado etílico) en la fila de muchachos, se fue sobre la novia tirándola al piso, ante la mirada incrédula del anfitrión y los invitados. Este accidente se debió a que el novio embonó con tal fuerza un sombrero (que colocaba a todos los participantes), en la cabeza de Gustavo, al grado que obstruyó la visión de Huevo.

Sin duda "Huevo", goza de la popularidad al grado que los paisanos que radican en la unión americana, frecuentemente le envían "Dinerini", Ropini, y Tenis. En los festejos no es extraño que las muchachas más guapas, busquen tomarse una foto con el popular "Sadam" (como suele autonombrarse).

lunes, 15 de mayo de 2023

Mi primer viaje al puerto.


 “AQUEL CRUZ GRANDE”.


Inolvidable.

La emoción no me dejó pegar los ojos casi toda la noche. Mi madre nos dijo unos días antes, que nos iba a llevar a conocer el puerto de Acapulco. Con apenas siete años, me maravillaba con todo lo que fueran las historias del mar.

Los programas infantiles como los “Thunderbirds”  - que veía invitado en la casa de mis primos-, me motivaban aún más pues, algunas escenas mostraban lo que era él lecho marino con todas sus maravillas. Mis afortunados primos Bonilla (QEPD), ya lo conocían y habían disfrutado de aquella casi virgen “Playa Hornos”. Su papá (mi tío Político),era el único médico del pueblo, su economía le permitía disfrutar con su familia. Contaban con un hermoso “Land Rower” al que tuve el gusto de gozar en excursiones cortas en el municipio, invitado por mis primos.

En sus viajes compraban artículos de consumo (entre otros), que ni siquiera imaginaba que existieran como “el pan wonder” que en “Aquel Cruz Grande” se conoció antes que el “Bimbo”. Era tormentoso que te dieran a probar un cachito de ese pan untado con “Margarina Primavera” y azúcar. Sus nanas se los ofrecían como golosina y yo que veía aquella escena, me quedaba esperando me obsequiar también a mi una rebanada completa de aquel “manjar” que jamás me regalaron. 

Como decia, mis primos a veces me convidaban un pequeño bocado; otra de “las delicias” que solo ellos conocían era el cereal con leche “Corn Flakes”. También me quedaba con las ganas de disfrutarlo. 

Sin embargo; no fueron exactamente las hojuelas de maíz con leche las que me atormentaban; había en el interior de la caja de cereal algo más: era un regalo. Un barco de juguete, -a escala- para armar.

Era otra de las cosas que yo no podía tener, pero que no podía exigir tampoco. En mi inocencia siempre fui “consciente” de no presionar a mi madre.

Aquel primer viaje que tanto deseaba, llegó. Auque finalmente después de las tres o cuatro de la mañana me había quedado dormido, desperté entusiasmado y me levanté al instante cuando las hermosas manos de doña Rufi me sacudieron suavemente mis infantiles hombros. Había que tomar “café con pan” muy rápido porque íbamos a viajar y no podíamos perder el camión qué pasaba a las siete . Mi hermano mayor Oscar Luis, era un niño muy delgado y de color casi amarillo. Todos decían que sufría anemia, tenía poco apetito y sólo le gustaban las galletas y dulces que tomaba a hurtadillas de nuestra pequeña miscelánea; se metía grandes porciones que se pulverizaban en la bolsa de su pantalón. Mi madre sufría mucho cuando se “empachaba” y se enfermaba -igual que yo a veces-. Por su débil constitución física y su mala alimentación se le complicaba más su recuperación después de que lo purgaban con aceite de Recino  -como a mí en su momento-. Por fin, un día se percataron al lavarle su ropa, que los bolsillos de sus pantalones tenían residuos de polvos de galletas “norteñas” y “marias”. Después de eso le vigilaron más las manos y pudo superar su estado amarillento, acentuado por la caries infantil de sus dientes “títicos”. 

Aquel primer viaje al puerto, pues, era la máxima aventura que íbamos a vivir mi hermano y yo. Al llegar al crucero, algún adulto nos pasó cargando en vilo el “arroyo del beque”, para que después nos sentáramos sobre el tronco de algún árbol caído a esperar “la corrida de las siete de la mañana”. 

Íbamos elegantes como nunca, con zapatos, como si en lugar de ir al puerto iríamos a un lugar frío como la Ciudad de México que en esos momentos ni soñaba conocer. 

Por fin, abordamos los asientos de la “flecha roja” haciendo una considerable fila. Nos tocaron casi, casi los asientos de atrás del camión. Mi madre no dejaba de observarnos, era la primera vez que salíamos y viajábamos en camión. 

No llegábamos a ”Las Vigas”, cuando Oscar, empezó a sentirse mal. Abriendo la ventanilla, mi madre le sacó ligeramente la cabeza para que pudiera vomitar, al mismo tiempo que lo regañaba y lo culpaba por no querer alimentarse correctamente . Inevitablemente no puedo olvidar aquel momento chusco en que mi “carnal”, iba salpicando generosamente a los pasajeros que iban atrás de nosotros, pues el fuerte viento que se metía por la ventanilla le ayudaba a rociar restos de cafe con pan garapiñado.

La segunda “escala” de aquel viaje, la hicimos en San Marcos, un pueblo del que continuamente se hablaba en “Aquel Cruz Grande”. Al hacer alto total vi a través de la ventanilla a un enjambre de vendedores, ofreciendo bebidas y alimentos.

-¡Arroz con buevo!

-¡Chiladas!

-¡Tacos de pollo cebrado!

-¡Agua de sandía!

Después de un par de horas, nuestro camión ya bajaba por la avenida escénica y mis infantiles ojos se maravillaban al ver la hermosa bahía. ¡Ahí estaban anclados en el mar, los barcos a escala que regalaban las cajas de cereal!  Anhelaba poder llevarme de regreso a casa una caja de “Corn Flakes” para sacarle al llegar el pequeño juguete. El inmenso espectáculo se me quedó en la mente y cada que bajo al puerto por ese lugar vienen aquellos inolvidables recuerdos.

No olvido aquel primer viaje al entonces todavía casi virgen, puerto de Acapulco. Pise por primera vez su suelo un 12 de octubre- como Colón- de 1965.