Jesús Mejía Pío. Auténtica figura del desarrollo ganadero y agrícola de Aquel Cruz Grande. -Foto cortesía de "Restaurant Doña Soco"-.
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En la historia de nuestro pueblo -como en la de otros-, se destacan hombres que con su talento y trabajo comienzan el desarrollo económico, político y social de lugares como Cruz Grande.
En los orígenes de Aquel Cruz Grande, -al inicio de 1900-, Jesús Panchí Mejía forjó con su visión una gran fortuna al amasar tierras y ganado.
Se dice que Panchí, era el dueño de casi todo el territorio que hoy se constituye como municipio de Florencio Villarreal. Casi en su totalidad el pueblo conformaba el imperio de quién era el dueño de lo que tal vez en aquellos años era una especie de hacienda.
Con el devenir de los años, al morir; su heredero principal Jesús Mejía Pío (foto) no sólo mantuvo el capital que había generado su progenitor, sino que lo supo incrementar notablemente.
En aquellos tiempos del México bronco, las personas que trabajaban y poseían bienes sufrían los robos de los asaltantes "de camino real" . Continuamente eran extorsionados y su ganado y dinero era una interminable veta de los amantes de los ajeno.
Se dice que José María Mejía Pio -hermano de Jesús-, al darse cuenta de que este era víctima de un delincuente que continuamente le solicitaba "cuota", valientemente montó en su caballo y con su escopeta cayó en la casa del extorsionador.
-Avísenle a su jefe que vengo a pagarle el dinero que le debe mi hermano, aquí lo traigo
.
Sin sospechar de las intenciones de Jesús, los compinches acudieron prestos a decir el recado a su jefe que salió sin dilación.
-Al llegar frente a José María, se encontró con que Chema ya lo encañonaba con su arma larga.
-¿Cuanto le diste a guardar a mi hermano que le andas cobrando? Aquí estoy para pagarte lo que él te deba...
-¡No Chema, debe haber un error, yo no ...!
Implacable como era Chema, esta vez, no ejecutó al bandido, pero con aquella muestra de valentía bastó para que por lo menos esa gavilla dejara de molestar a Jesús.
Aquel incidente no fue suficiente para terminar con la delincuencia de aquellos años y las gavillas se multiplicaban como células cancerígenas al grado de que Jesús Mejía acudió a la capital del estado a solicitar un permiso para crear en Aquel Cruz Grande una policía de autodefensa.
El permiso para crear la autodefensa fue concedido con una curiosa cláusula: los elementos de aquella policía serían pagados en su totalidad por Jesús Mejía Pio, quién no tuvo objeción en ello, pues sólo requería la legalidad de aquella empresa que garantizaría la paz y seguridad que hacía falta para vivir y trabajar.
En poco tiempo, Jesús Mejía ejecutaba y colgaba a todos los bandidos que eran denunciados o encontrados "con las manos en la masa". La delincuencia vio mermado el control que tenía sobre tierras, ganado y dinero de aquella población, al grado de casi desaparecer.
Jesús Mejía supuso erróneamente que había exterminado a todos los delincuentes que asolaban a su pueblo y confiado redujo al mínimo al personal de la policía de autodefensa, lo que significó la venganza de aquellos que creyó desaparecidos para siempre.
Lamentablemente no tenemos la fecha exacta de su muerte. Jesús Mejía Pio es parte fundamental del pueblo; quienes lo recuerdan hablan de que de él como el dueño casi absoluto de casas y terrenos de Aquel Cruz Grande...
En las investigaciones de "El Blog..." las fuentes que nos han proporcionado los pasajes de esta historia, nos detallan que fue precisamente Jesús Mejía Pio y no Martín Solís Baylón, quién fue condecorado con el grado de teniente coronel del ejército. Nos comprometemos a indagar, en los archivos correspondientes la autenticidad de ambas versiones.
En las investigaciones de "El Blog..." las fuentes que nos han proporcionado los pasajes de esta historia, nos detallan que fue precisamente Jesús Mejía Pio y no Martín Solís Baylón, quién fue condecorado con el grado de teniente coronel del ejército. Nos comprometemos a indagar, en los archivos correspondientes la autenticidad de ambas versiones.
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