"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.

IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
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domingo, 25 de noviembre de 2018

JAVIER RAFAELA DELGADO "COLO". ÍCONO DEL FUTBOL CRUCEÑO.




Representó a Guerrero. Colo fue llamado a algunos representativos estatales. Es el último de la fila de abajo. De izquierda a derecha.
Los cruceños nos sabemos orgullosos y de carácter indómito. ¿Será acaso el Yope que corre por nuestras venas quien  delata el espíritu inquebrantable y orgulloso el que no nos deja bajar la cara ante las circunstancias más difíciles?


En el deporte, esa característica ha llevado a los cruceños a tocar la gloria, Gabriel Bernal, Paco Manzo, Vladimir Gallegos fueron boxeadores admirados por la conocedora "clientela" del "embudo de Perú 77", la mítica arena Coliseo de la capital de la república mexicana. Cuando los aguerridos peladores cruceños actuaban ahí, los aficionados, sabían que ellos desquitarían completamente el costo de su boleto, dando espectáculo. En las ocasiones que pelearon y disputaron campeonatos nacionales nuestros paisanos, fueron reconocidos por su valentía. En el fútbol, hubo uno que sobresalió entre todos, ese era Javier Rafaela Delgado.

Amante del rock. The Beatles, Credence...Colo jugaba el futbol y se apasionaba con la música.

De baja estatura pero de un enorme corazón y carácter, "Colorado" (apodo que se ganó por lo oscuro de su piel), desempeñaba a cabalidad cualquier puesto defensivo. Férreo en la marca, velóz y de pierna fuerte; se hacía respetar por los rivales sin que le importaran los blasones de la vida particular de estos.

Lo anterior lo decimos con pleno conocimiento, fuimos testigos de la personalidad de Javier Rafaela. Como decíamos jamás se "achicó" ante ningún rival. Recordamos aquellos "clásicos" contra el equipo del 48 batallón, los nuestros jugaban en la cancha que les había sido arrebatada  y con fútbol y goles querían desquitarse de aquella prepotencia con que fueron despojados de su campo de fútbol, donde de la mano de Víctor Fuentes Landa, habían aprendido los secretos del deporte más apasionante del mundo. 

Aquellos juegos contra los soldados eran cuestión de orgullo para ambos bandos, los militares por la naturaleza de su profesión , no querían ser superados por los "civilones" como llaman a la gente del pueblo. Los cruceños sedientos de desquite, buscaban herir a los "verdes" en su orgullo. 

Ahí, en uno de esos encarnizados partidos, algunos jugadores de los militares, faltos de técnica y poco duchos para el fútbol, querían ablandar a los lugareños con entradas duras. 

Javier Rafaela entendió en ese partido, que debía poner el ejemplo a sus compañeros y como capitán del equipo cruceño, sacó la casta. Sin importarle que era el mismo Teniente Coronel, le hizo una dura entrada que hizo gritar de dolor al militar.

Las palabras amenazantes del oficial no le hicieron mella en lo mínimo y en todo el partido, "Colo" dio y recibió sin dar ni pedir tregua. Así se las gastaba un gran jugador, tal vez el mejor jugador que mis ojos vieron. Esa actitud temeraria le valió el reconocimiento de los mismos militares, que tiempo después lo invitaron a formar parte de sus equipos que representaban a al batallón en sus competencias nacionales.

En 1968, "Colo", fue invitado por alguien que lo había visto jugar, un ingeniero civil de Tula, Hidalgo, que vino a trabajar a Aquel Cruz Grande, para probarse en las fuerzas básicas del Cruz Azul. 

Javier tenía sobrada calidad para ser un jugador profesional. Su remate de cabeza era admirable, a pesar de no ser de gran estatura, tenía un "resorte" en las piernas que le hacía superar a cualquier jugador por alto que fuera. Su melena poco poblada, parecía esparcirse al suspenderse materialmente en el aire al rematar.

No fue lo difícil para "Colo", hacerse notar por Raúl Cárdenas, técnico del Cruz Azul. Llamó la atención rápidamente por su juego, recio e inteligente y por la actitud que imprimía al futbol. Lo difícil para Javier fue dejar algo que a la larga le quitó la vida cuando todavía era relativamente joven: el alcohol y la vida disipada. 

Así, como después lo hicieron y (lo siguen haciendo jugadores como Urbano Salado y últimamente Luis Enrique Hernández Casiano), Javier Rafaela Delgado en su momento, también despreció la oportunidad de destacar profesionalmente. 

Hace ya siete años, que se fue el mejor de nuestros futbolistas. Javier no jugó profesionalmente porque no tuvo la ambición de destacar. Lo tenía todo pero no quiso el triunfo. Su historia pudo ser diferente, él se conformó con arraigarse en su tierra tan querida. 

El carácter indómito de Colorado, se mantuvo firme hasta los últimos minutos de su existencia. Sin proferir una sola queja, sin jamás demostrar debilidad ni pedir clemencia, falleció en un hospital del puerto de Acapulco. 

El Blog, le recuerda en cada chilena de Hugo Sánchez o cualquier jugador que usted me diga o mande. Los niños de Aquel Cruz Grande conocimos esa espectacular jugada ejecutada magistralmente por Javier Rafaela Delgado, "Colo", antes de verla en televisión y a todo color con los jugadores profesionales muchos años después. "Colo" aprovechaba cada ocasión para hacer esa famosa jugada y la memoria de quiénes la disfrutábamos, le agradece a Javier su alegría y destreza para realizarla. 

Gracias donde estés "Colo"...




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