Don Felipe M. Gatica.
Para entender la historia de nuestro pueblo es necesario conocer a los hombres que la escribieron.
Don Felipe Mejía Gatica, hombre visionario y diplomático nato. "Pipe" para quiénes lo intimaban, (Felipe simplemente para el pueblo en general) trabajó desde muy joven y logró junto a su hermano Felícitos, construirse un futuro sólido en todos los aspectos. Don Felipe se manejó de tal manera que jamás fue identificado en ninguno de los dos bandos que protagonizaban la lucha por el poder en Aquel Cruz Grande.
Fue presidente municipal y después de los años 60, se sabía que los candidatos a ocupar la silla de primer edil, tenían que recibir la bendición de Felipe Gatica, aunque también se rumoraba que Don Moíses Manzanarez era, (por su amistad con los gobernadores en turno); el que indicaba quién sería el presidente municipal. Uno de los alcaldes (por ejemplo), que se decía fue "palomeado" por Don Felipe Gatica fue el médico Humberto Mayo, vecino de Buena Vista, radicado en Aquel Cruz Grande.
Como todos sabemos, las pugnas familiares que se desarrollaron en los 60, provocaban la zozobra del pequeño pueblo. A cada momento se sucitaban la vendettas que aterrorizaban a el resto de la lugareños. Era común que la aparente calma de Aquel Cruz Grande, se viera interrumpida por hechos violentos a cada rato. La partida militar tenía su sede donde hoy se encuentran las instalaciones de la prepa número 21. Como suele suceder, los militares llegaban una o dos horas después de ocurridos los eventos.
Don Felipe M. Gatica, después de ocupar la presidencia, se dio a la tarea de conseguir para Aquel Cruz Grande, la sede del 48 batallón de infantería que en esos años se encontraba de manera provisional en Ometepec. Nuestro vecino San Marcos también deseaba albergar de manera definitiva al brazo castrenses. Una parte de la población sanmarqueña se oponía a la llegada de los verdes, bajo el argumento ingénuo de que los militares se iban a quedar con las mujeres más bellas del pueblo. Sómos testigos (en la actualidad) de cómo lamentan los propios San Marqueños, haber perdido con Felipe M.Gatica la sede del 48 Batallón.
La historia todos la conocemos, finalmente la sede del 48 batallón de infantería sentó sus reales en Aquel Cruz Grande. El gran objetivo del viejo líder cruceño se cumplió, la paz llegó a regañadientes; los gatilleros ya nunca más veladamente se atacarían como la hicieron históricamente, la presencia de un batallón militar en el pueblo era una sombra demasiado pesada para "volver a las andadas". Una de las pruebas de esto, fue la última vez que los grandes protagonistas de las viejas rencillas coincidieron en una boda en pleno centro. El evento se celebraba en el otrora salón modelo. Al filo de las tres de la tarde, corrió el rumor por todo el pueblo que los dos antagonistas acérrimos se encontraban en la boda y que seguramente el desenlace de esta circunstancia terminaría trágicamente.
Todo afortunadamente fue sólo un morboso chismorreo: los aficionados a las historias de sangre se quedaron esperando lo que ya nunca llegó. A nuestro juicio ese día se dio por terminado tácitamente el ancestral problema. En alguna parte Don Felipe, sonrió complacido; la paz era un hecho y él tenía mucho que ver en ello.
Con la llegada de los militares también llegó a Aquel Cruz Grande, el Banco Mexicano del Sur, que a lo largo de la historia de nuestro pueblo, se ha denominado también como Serfín para actualmente razonarse socialmente como Santander. Estos servicios bancarios no hubieran llegado tal vez jamás a nuestro pueblo si el referido brazo del ejército no se hace presente en Aquel Cruz Grande y otra vez. quien garantizó el edificio donde se ubicaría el banco fue -para variar-, Don Felipe Gatica.
Sin duda los beneficios que trajo la llegada del batallón fueron muy buenos pero (no podemos tapar el sol con un dedo) también hay cosas negativas que llegaron con los militares. La detonación de prostíbulos y los vicios derivados de la vida de los bares y cantinas, hizo que ante este "polo de desarrollo" en Costa Chica, atrajera a cientos de personas de otros lugares de la región.
Lamentablemente no toda las personas que llegaron a nuestro pueblo lo hacían con buenas cartas de presentación. Todo lo anterior dio pie a la fundación de nuevas colonias . Aquel Cruz Grande, el pueblito cuyos caserío hacía el sur terminaba en el domicilio de la familia Díaz Dimayuga, se expandió rápidamente convirtiéndose en pocos años en un lugar donde se encuentran los servicios básicos al que acuden los poblados circunvecinos a realizar compras y trámites de todo tipo.
Pero volviendo a la figura de Don Felipe M. Gatica, encontramos que no sólo influyó para que se hiciera la paz entre los mismos cruceños. Pipe también se preocupó por la educación de su pueblo. Pocos tal vez saben que fue Felipe M. Gatica uno de los impulsores de la llegada de la escuela secundaria técnica agropecuaria (ETA 106). Para lograr que esta secundaria tuviera los terrenos que se necesitaban, Don Felipe no dudó un instante en donar parte de sus terrenos para tal efecto.
Es cierto que la obra del hombre en la tierra queda archivada en cuanto desaparece físicamente. Tal es el caso de un gran cruceño como lo fue Don Felipe M. Gatica, un amante de nuestras costumbres y de nuestra tierra. Político sí, pero ante todo un hombre adelantado por mucho a su época para beneficio de su pueblo.
A Don Felipe M. Gatica se le debe recordar siempre con gran respeto, por el amor inmenso que profesó por Cruz Grande, porque fue excelente hijo, amoroso padre, incondicional amigo; pero sobretodo por haber sido constructor de la paz.
Gracias Pipe, Gracias.
APORTANDO: HISTORIA,CULTURA Y TRADICIÓN DESDE "LA CUNA DEL SON DE ARTESA". CRUZ GRANDE, GUERRERO, MÉXICO. AÑO VIII
"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.
IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
*Queda prohibida cualquier reproducción total o parcial, del material escrito o gráfico, sin el consentimiento de su editor.
*Derechos Registrados (2015). protegidos a favor del autor.
*Derechos Registrados (2015). protegidos a favor del autor.
domingo, 25 de marzo de 2018
viernes, 23 de marzo de 2018
LAS BEBIDAS FAVORITAS DE AQUEL CRUZ GRANDE...DEL CORDÓN REAL AL BUCHANAN´S
En los años 40 y 50, las bebidas etílicas de Aquel Cruz Grande, se elaboraban en las mismas tiendas, es decir; los mismos dueños de los tendejones compraban en sus viajes a la capital de la república, los "ingredientes" para preparar el vino que vendían.
A partir de los años 60 fueron otras las bebidas, (embotelladas de origen) las que animaban las fiestas y convivios de Aquel Cruz Grande. Aquí presentamos una lista de ellas.
Brandis, Rones, Wiskis y Tequilas.
1.- Cordón Real.
La publicidad en la radio sonaba de esta manera:
La publicidad en la radio sonaba de esta manera:
"Cordón Real, Cordón Real: el brandy nacional"
2.-Ron Potosí.
Este ron era el de más demanda entre los consumidores de categoría. Fue por años la botella más preciada para el convivio y la farra.
2.-Ron Potosí.
Este ron era el de más demanda entre los consumidores de categoría. Fue por años la botella más preciada para el convivio y la farra.
3.-"Ron Castillo"...Esta bebida era ya de lujo en Aquel Cruz Grande y curiosamente dio pie a versos populares del pueblo, sobre personajes principales muy conocidos. Los chiquillos recitábamos divertidos y escandalosamente aquello de:
"Dijo Rogelio Escamilla, (como persona decente).
-¡Quisiera que Las Marías se volvieran de aguardiente!
Le contestó Juan Betanzo (con su nariz de palillo)-.
-¡Yo quiero que de los grifos, salga puro Ron Castillo!"
4.-"Black and White". Este fue el primer wiski que conoció mi pueblo de manera popular, ya que fue por unos años la bebida elegante y de caché que se servía en los grandes eventos. Disfrutarla en convivios con los amigos era algo que distinguía a los que podían. Se le conocía popularmente como "Dos Perritos". Durante el evento, los niños tomábamos las botellas vacías para con una roca de buen tamaño, romper el cuello del envase y sacar “la canica” que tenía en el pico.
5.-Brandy "Presidente".
Era la bebida recurrente y de mayor aceptación en bodas, cumpleaños, bautizos, clausuras, etc. Duró buen tiempo en el gusto de la gente de Aquel Cruz Grande.
6.- Brandy "Viejo Vergel".
Vino a ganarle terreno al brandy Presidente en las preferencias del publico de Aquel Cruz Grande. Tomar "Viejo Vergel" en algún evento, era digno de contarse, aunque la cruda fuera espantosa.
7.- Ron Bacardí.
Tuvo aceptación entre la gente aunque muchos borrachos sociales temían las jaquecas que producía su consumo al día siguiente. La publicidad televisiva penetraba de tal forma que los consumidores cayeron ingenuamente en el ardid que rezaba un actor de moda (Saúl Lizazo), induciendo al público con las frases más populares de aquel entonces.
¡Agarra la Jarra!
También muy sugestivamente preguntaba:
-¿...Y usted ya hizo la prueba del añejo?
8.-Don Pedro.
Ya en los años 80, se hizo muy famoso este brandy con que los consagrados presumían su estatus en sus eventos y convivios. Supuestamente su precio no era para todo público.
9.-"Jimador".
Al llegar la mitad de la década ochentera irrumpieron en el etílico ambiente los tequilas como bebida de moda. El Jimador empezó toda la historia pues antes de este, los tequilas (Sauza y Viuda de Romero), eran la bebida más despreciadas por el publico que la consideraba para la clase más baja. Sigue vigente.
10.-Chivas Regal.
Fue el wiski que sólo tomaban los de "alto pedo". Su precio era prohibitivo para la pelusa que había conocido el accesible "Dos Perrito" o Black and White.
11.- Buchanan´s.
La bebida de más "prestigio". A este wisky sólo tienen manera de disfrutarlo aquellos que gozan de poder económico.
Cervezas.
1.- "Carta Blanca".
Fue la primera cerveza que conoció Aquel Cruz Grande. Si se deseaba jugar una partida de billar o póker y tomar una Carta Blanca bien fría; había que acudir al Salón "La ciudad de Oviedo" -en los 80, "Salón Modelo"-, que se ubicaba en la calle Cuauhtémoc.
2.-"Superior".
"La Rubia de categoría" fue desde 1967 a 1980 la única cerveza que el cruceño aceptaba. Si por error en algún convivio o fiesta, el anfitrión ofrecía otra cerveza que no fuera Superior, se corría el riesgo de que la gente se ausentara rápidamente del lugar. También ofrecer cerveza Corona era una buena manera de correr a los invitados. Se decía que la cerveza clara provocaba mal de orín y era rechazada.
3.- Corona Clara.
Los ejecutivos de "La Modelo" trabajaban estrategias irresistibles, apoyando a los organizadores de las fiestas o las cantinas más concurridas con grandes sumas y mobiliario para que"Las Claras", se fueran metiendo al gusto de la gente. Para ello exigían -esos si-, ponerlas a enfriar mucho antes de ofrecerlas a los bebedores. Ante la astuta táctica el consumidor empezó a tomar la clarita, cayéndole el primer trago "como gato que cae al precipicio”; (agarrándose con las uñas para no ir hasta al fondo). Finalmente las estrategias para colocar a la Corona como cerveza favorita, dieron resultado y las claras son hasta la fecha la cerveza consentida de todos. Pero no siempre fue así. Aquel Cruz Grande, lo sabe.
Los ejecutivos de "La Modelo" trabajaban estrategias irresistibles, apoyando a los organizadores de las fiestas o las cantinas más concurridas con grandes sumas y mobiliario para que"Las Claras", se fueran metiendo al gusto de la gente. Para ello exigían -esos si-, ponerlas a enfriar mucho antes de ofrecerlas a los bebedores. Ante la astuta táctica el consumidor empezó a tomar la clarita, cayéndole el primer trago "como gato que cae al precipicio”; (agarrándose con las uñas para no ir hasta al fondo). Finalmente las estrategias para colocar a la Corona como cerveza favorita, dieron resultado y las claras son hasta la fecha la cerveza consentida de todos. Pero no siempre fue así. Aquel Cruz Grande, lo sabe.
(Cheo Juárez).
miércoles, 21 de marzo de 2018
"EL ARROYO DE LOS NOVIOS Y LA PRUEBA DE LAS SÁBANAS"
Cruz Grande, (Costa Chica),
pasando por "Caridad",
detente: no le sigas;
La boda va a comenzar.
Vente ya mi costeñita
¡vámonos a la carrera,
mira, mira que los novios,
vienen por la carretera!
"La boda costeña"
Grupo Misterio.
Los enamorados se citaban ahí. Era un hermoso lugar. Los frescos y frondosos bocotes, los verdes papayales y la vegetación diversa, adornaban exuberantemente aquel pequeño edén. Ahí, corría tintineante y cantarino un cristalino arroyuelo, en cuyo paisaje cotidiano se recortaban desde lejos las gráciles figuras de las mujeres cruceñas portando de manera milagrosa en la cabeza, los cántaros sanmarqueños.
Aquel lugar no sólo se visitaba para ir por el agua pura y cristalina con la que Aquel Cruz Grande calmaba su sed; también era el punto de encuentro donde los jóvenes enamorados podían verse; para apuradamente dialogar, diciéndose cosas propias del cortejo y la conquista romántica. Las negras y estrelladas noches fueron cómplices de aquellos que planeaban unir sus vidas y desde ahí, a lomo de caballo, el apuesto cruceño cruzaba el arroyo cabalgando con el amor en ancas de su corcel.
Algunos caballeros cruceños, temerosos de ser buscados por la familia de su amada esa misma noche de la huida, se internaban en alguna huerta cocotera lejana o escondida que le garantizara la tranquilidad de una velada en la que pudiera consumar la copulación. Esta circunstancia al ser realizada, sellaba por completo el proyecto nupcial y ya con ello, los padres de la novia exigían invariablemente la "reparación del daño" con el consabido ultimátum: "te tienes que casar".
Al siguiente día la noticia corría fresca y escandalosa con la frase que para la casa de la novia
era afrentosa y para la casa del novio era de regocijo: ¡Hay novios, se juyeron anoche en el arroyo!
Ya en años más recientes de la década setentera, me tocó ver "raptos" de características más urbanas. Un cruceño conocido mío que había sido compañero de la primaria, se llevó a su novia del puesto de pan en el centro de Aquel Cruz Grande, (ya no se utilizaba el arroyo de los novios) a su casa. Los familiares le recibieron con la discreción que el caso ameritaba y mientras los novios se instalaban en el tálamo, ellos esperaban pacientes con los cuetes en ristre, para anunciar que la virginidad de la novia estaba certificada. La espera estaba resultando larga, el novio tal vez presa del nerviosismo, no atinaba a desflorar a su virgen amada. Tal vez las repetidas preguntas de sus tías y de sus padres que a prudente distancia le preguntaban el estado que guardaba la empresa, impedían que se concentrara en su objetivo. La respuesta era negativa y por lo tanto los nervios se apoderaban más del novio pues corría el peligro de que los familiares de su pretendida fueran a quitársela.
-¿Ya? Era el cuestionamiento que seguía haciendo la familia. La respuesta era la misma, el novio, ya cansado se declaró impotente. A grandes males, grandes remedios. Rápidamente fue trasladado al consultorio de mi tío Rogelio Bonilla y fue en ese momento, donde chuscamente se solicitó al primer doctor de Aquel Cruz Grande, le inyectara algún medicamento, explicando el motivo y la razón de la urgencia. Mientras, en el tálamo, la novia esperaba pacientemente. Finalmente la poderosa ampolleta resultó exitosa y en cuestión de media hora, se escucharon los cohetes escandalosamente anunciando que la docella había cursado la prueba virginal de manera exitosa.
Esos fueron los protocolos de antes "de tirar los cuetes". Una vez que el novio declaraba consumada la empresa, una comitiva de comadronas, tías o hermanas mayores del novio, ingresaban a la recámara a analizar las pruebas de castidad. El color de la sangre en las sábanas indicaba la castidad o la impureza en su caso de la que estaba por ser parte de aquella familia. Si por desgracia la novia resultaba con mácula, se suspendían toda clase de proclamaciones nupciales. La deshonra y la burla para su familia se comentaba en todo el pueblo y sólo había dos caminos para ella: aceptar quedar como "querida" sin tener una boda religiosa y por lo civil o, regresar humillada a casa de sus padres.
En cambio, la novia huida cuyo examen resultara exitoso en la famosa aduana de las sábanas, era festejada en el mismo momento. El silencio de la noche cruceña era interrumpido por los cuetes y en seguida familiares , vecinos y amigos acudían entusiastas a celebrar el acontecimiento. En ese trance el novio razonablemente no deseaba más que seguir disfrutando las delicias de la intimidad; mientras que afuera de la recámara, la fiesta ya se encontraba rociada de aguardiente, cerveza y anís.
Los amigos solteros del novio llegaban a felicitarlo y se integraban mañosamente a los festejos, llamando pícaramente al feliz raptor a brindar, mientras este buscaba la manera de complacerlos saliendo por momentos de su habitación, intentando seguir su disfrute. La futura esposa también corría con la misma suerte, sus amigas y nueva familia, materialmente la obligaban a empinarse la botella de anís y pronto los efectos del licor la dejaban semiconsciente. Era bañada (con todo y ropa), frente a los morbosos asistentes con agua helada para reanimarla a seguir bebiendo.
Los amigos solteros del novio llegaban a felicitarlo y se integraban mañosamente a los festejos, llamando pícaramente al feliz raptor a brindar, mientras este buscaba la manera de complacerlos saliendo por momentos de su habitación, intentando seguir su disfrute. La futura esposa también corría con la misma suerte, sus amigas y nueva familia, materialmente la obligaban a empinarse la botella de anís y pronto los efectos del licor la dejaban semiconsciente. Era bañada (con todo y ropa), frente a los morbosos asistentes con agua helada para reanimarla a seguir bebiendo.
Mientras tanto, en la casa de la novia el ánimo era parecido al de un velorio. Algunos de los amigos y familiares mas cercanos, se atrevían a llegar a presentar "su solidaridad" con el padre de la "huida". Pronto, en el instante mismo en que se certificaba la virginidad de la doncella; los familiares del novio, integraban una embajada, encabezada por el padre y personas adultas de confianza del "raptor". La finalidad de esta comitiva era trasladarse ipso facto al domicilio de los padres de la novia para conocer "el parecer". Al llegar a la casa de la familia "ofendida" por los acontecimientos, los embajadores (sin embargo), eran bien recibidos generalmente, y al solicitar la opinión del padre, si todo transcurría normalmente, este aceptaba con resignación espetando "haber deseado que las cosas hubieran sido por pedimento de mano". Todo eso era un mero formulismo pues esa misma táctica había sido empleada por la mayoría de los presentes para terminar en el altar. Sonaban entonces los vasos y las copas brindando por el acuerdo de paz y consentimiento, después de ser garantizada la boda. Los abrazos entre los futuros consuegros se repetían durante la visita de los embajadores que, embriagados por el vino y la música entonaban con la guitarra corridos y canciones de la época.
No faltó por supuesto, el cruceño celoso e intransigente que jamás perdonó a su hija huida. Una anécdota que retrata a ese tipo de padre, es aquella en que los comisionados llegaron a la casa de Don Baldomero, expresando los motivos de la visita y enunciando los deseos de su futuro yerno.
-Don Baldomero, el muchacho fulano, reconoce su falta, pero le pide su perdón y consentimiento para casarse con su hija...¿Qué opina usted?
-Que venga para descargarle mi pistola. Si me aguanta cinco balazos le doy permiso...
No faltó por supuesto, el cruceño celoso e intransigente que jamás perdonó a su hija huida. Una anécdota que retrata a ese tipo de padre, es aquella en que los comisionados llegaron a la casa de Don Baldomero, expresando los motivos de la visita y enunciando los deseos de su futuro yerno.
-Don Baldomero, el muchacho fulano, reconoce su falta, pero le pide su perdón y consentimiento para casarse con su hija...¿Qué opina usted?
-Que venga para descargarle mi pistola. Si me aguanta cinco balazos le doy permiso...
El epilogo a la historia del rapto o huida nupcial, se daba el mero día de la boda religiosa. El padre ofendido no asistía a la ceremonia. La familia completa se quedaba en casa esperando a la gran comitiva con los novios recién casados que, previo acuerdo, asistirían a requisitar el trámite final denominado por todos como El Perdón. En ocasiones acudir como invitados al perdón, era tener que subir a una camioneta de redilas rumbo al domicilio del evento, cuando este era de algún pueblo o ranchería vecino a Aquel Cruz Grande.
En la sala de la casa de la novia ya se encontraban debidamente engalanados los hermanos, y sus padres; este último en algunos casos, no dejaba pasar por alto la afrenta y con un fuete o reata de lazar en la mano hacía que los novios se hincaran en un petate nuevo, colocado especialmente para la ocasión. Sonaban tres o cuatro los azotes del perdón y una vez saldado el asunto, el padre de la novia, solicitaba a la pareja el abrazo, sellando el indulto. Cubierto el requisito, las dos familias protagonistas y sus invitados, subían a la camioneta de redilas con rumbo del domicilio del novio, donde se efectuaría la fiesta nupcial. (Cheo Juárez)
domingo, 18 de marzo de 2018
RECONOCIMIENTO Y HOMENAJE A ISAURA MARTÍNEZ HOY EN EL ZÓCALO MUNICIPAL.
Con orgullo y con pena fuimos testigos del homenaje que varios grupos folklóricos de diferentes regiones; encabezados por el profesor David Peñaloza director del grupo Yolotecuani del Distrito Federal, (hoy CDMX), hicieron a la profesora Isuaura Martínez Luvio.
Desde las tres de la tarde, llegaron a la plaza provenientes de la capital de la república para rendir un reconocimiento a la trayectoria de la profesora Isaura que ha dedicado gran parte de su vida a preservar e impulsar el son de artesa.
"Sómos diferentes grupos que con nuestros propios recursos, decidimos venir a la tierra de la maestra para hacer este homenaje". -Nos comentó David Peñaloza.
La tarde-noche transcurre con el baile, la poesía y los sones ante una población crueceña un tanto cuanto indiferente a los valores culturales que para otras personas y otras regiones valen mucho.
"Estamos contentos de venir a esta tierra que es la cuna del son de artesa, ojalá y la gente de este pueblo, también reconozca a sus paisanos que son gente importante a nivel nacional en cuanto al folklore se refiere" -dijo nuevamente en su participación el profesor Peñaloza.
Ante la algarabía de los visitantes cerró el festival-homenaje el grupo cruceño de fama internacional, "Los Gallardo". Nos dió gusto ver cómo los que vinieron a homenajear a Isaura, esperaban la actuación de los nuestros al recibirlos como verdaderos artístas consagrados. Gracias a ellos, por venir a darnos un "pellizco" y con el hacernos ver lo injusto que somos con nuestros paisanos que dan lustre al son de Don Eduardo Gallardo Tornés, padre del Son de Artesa. (Cheo Juárez)
sábado, 17 de marzo de 2018
AQUEL CRUZ GRANDE; AQUEL POZOLE...
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El pozole en Guerrero es una deliciosa tradición que inició, -a mi entender-, en la bella Chilapa.
Con tristeza pero a la vez con nostalgia, recuerdo aquellos años en el internado Morelos en mi infancia.
Frente a "nuestra casa", justo frente al portón, se encontraba una pozolería que los sábados por la mañana, (mientras nosotros escabuchamos misa) esparcía escandalosamente en el ambiente del barrio, el irresistible aroma de las chalupitas, tostadas y demás requisitos indispensables del mejor pozole.
Los oréganos y hasta el perfumado zumo de aquellos grandes limones chilapeños, me picaban insistentemente la punta de la nariz, pareciendo decirme: "ven vamos para allá".
Por la tarde los internos salíamos en grupo al cine después de la comida. Al pasar frente a la pozolería concurrida, mis ojos, inevitablemente volteaban a ver las mesas repletas de personas al rededor de sendas cazuelas y bandejas de barro, repletas de botanas y bebidas. Otra vez sin poder evitarlo me soñaba despierto, viéndome sentado en una de aquellas mesas, saboreando aquel pozole y sus deliciosas y aromáticas compañías culinarias.
Nunca pude cristalizar ese deseo y sólo al paso de los años, ya casado y con hijos, visité la ciudad del sabroso pan y las limas reinas, con la intención de probar el pozole y hartarme de todos los platillos de la legendaria Casa Pilla.
Esa hermosa tradición sabatina chilapeña, fue aprovechada por los chilpancinguenses para convertirlos en sabroso pretexto de los burócratas. Así inventaron los capitalinos, el llamado jueves pozolero, que "mataba varios pájaros en un sólo pozole".
Pronto ese deliciosa táctica fue copiada por casi todas las regiones del estado y en nuestra costa chica no fue diferente, sin embargo; años antes de que yo conociera la cuna del pozole, en Aquel Cruz Grande ,ya se disfrutaba esa cazuela (para ser más explícitos).
Que yo recuerde nadie -hasta la fecha- ha discutido que Doña Facunda de La Rosa elaboró el mejor e inolvidable pozole cruceño.
"Nadie como Facunda", esa siempre fue la expresión de los comensales. Ella se llevó el secreto que la hizo tan famosa entre nosotros y no importaba esperar pacientemente a que Facunda tuviera las ganas de servir las órdenes para llevar, si se deseaba llevar a casa aquel manjar se debía ser paciente y aguantar sus malos ratos: valía la pena.
Facunda cuando hacía su pozole, sacaba por las noches su mesita y ataviada con su inseparable turbante, entraba y salía de su casa atizando el nizcome mientras la mesa ya se iba llenando de clientes ansiosos por degustar su famoso pozole cruceño.
Amas de casa y mandaderos, llegaban con sus ollas prestas a ser colmadas y he aquí que sin importar su condición social tenían que aguantar de pié, a que Facunda quisiera atenderlas pues para ella no había distingo ni parentescos. Fue tan especial en su trato que en ocasiones cuando alguno de los clientes, solicitaban la repetición de la cazuela, ella espetaba sin tapujos.
-¿Quieres más?, ¿Qué no te llenaste...? (Ante el rubor del que había pedido otra orden y la risa discreta de quién ya la conocía).
Las noches pozoleras de Facunda hicieron las delicias de Aquel Cruz Grande y desde que ella se fue, nunca más se volvió a degustar aquel pozole ni nunca nadie más, hizo sentir tanto sabor a los cruceños como Facunda. En la actualidad hay pozolerías y algunas han ganado fama de "buen pozole cruceño", pero sólo son ganas e ilusiones de querer decirlo. La realidad es que Facunda ya se fue y se llevó con ella el sabor del mejor pozole, con ella se fue también parte del inolvidable Aquel Cruz Grande...
jueves, 15 de marzo de 2018
NO TODOS SON CRUCEÑOS*. LOS PRESIDENTES MUNICIPALES DE FLORENCIO VILLARREAL....
Esta lista de presidentes municipales de 1963 a la fecha, contempla los nombres de algunos presidentes municipales y sus lugares de nacimiento. Más adelante publicaremos la investigación completa de todos.
Abraham Solano Casiano..................................1963-65. Nació en Cruz Grande, Gro. (Col. Centro)
Humberto Mayo Ángel......................................1966. Nacido en Buena Vista, Gro.
Felipe M. Gatica................................................1966-68. Nacido en Cruz Grande, Gro. (Col. Centro)
Fernando Cañedo Messino..............................1969-70. Nacido en Las Vigas, Municipio de San Marcos, Gro.
Aquilino Santos Calixto...................................1971- Nacido en Cruz Grande, en la (Col. Playa Larga).
Austroberto Gallardo Mejía..............................1971-74. Nacido en Cuatro Bancos, Mpio de Florencio Villarreal.
Florencio Felipe Solano....................................1974-77. Nacido en Cruz Grande, Gro. (Col. Centro)
Heriberto Carranza Gatica................................1980-82. Nacido en Cruz Grande, Gro. (Col. Centro.)
Antonio Gatica González..................................1982-83. Nacido en Cruz Grande, Gro. (Col. Centro)
Mariano Calleja Soriano...................................1983-86. Nacido en Las Salinas, Municipio de Copala, Gro.
Arquímedes Sánchez Flores..............................1986-89. Nacido en Ayutla de los Libres, Gro.
Pedro Vargas Nava..........................................1990-94. Nacido en Cruz Quemada, Mpio de Tecoanapa, Gro. (Y avecindado en la Col. Playa Larga).
Rodolfo Piza Molina..........................................1994-96. Nacido en Cruz Grande, Gro. (Col. Centro).
Vismar Molina Gutiérrez....................................1996-99. Nacido en Cihuapoloya, Gro, radicado en USA y luego en la Col. Playa Larga.
Alvis Gallardo Carmona....................................1999-02. Nacido en La Máquina de Nexpa, Municipio de Florencio Villarreal.
Teodoro Luvio Bernal.........................................2002-05. Nacido en Cruz Grande, Gro. (Col. Sultana del Sur).
Margarito Genchi Casiano...................................2006-08. ¿?
Fulgencio Garibo Onofre.....................................2009-12 Nacido en Cruz Grande, Gro.
Ociel H. García Trujillo....................................2012-15 Nacido en Chautengo, Municipio de Florencio Villarreal.
Liosol E. Molina González...................................2015-18. Nacida en Cruz Grande, Gro.
Wilberth S. García Trujillo....................................2018- Nacido en Chautengo, Mpio, de F. Villarreal.
Wilberth S. García Trujillo....................................2018- Nacido en Chautengo, Mpio, de F. Villarreal.
*No somos infalibles, podemos fallar. En caso de alguna equivocación rogamos su comprensión y agradeceremos su colaboración. Gracias.
lunes, 5 de marzo de 2018
DE AQUEL P.R.D. LOS ORÍGENES...1988.
Si. Realmente en aquellos años, era difícil ganarle una sola elección al PRI.
Aquellos que osábamos manifestarnos inconformes con los abusos de todo tipo que el gobierno le hacía -y le sigue-, haciéndo al pueblo, corríamos la suerte de desaparecer de la noche a la mañana. Por lo anterior las cosas se debían de tomar con resignación. Escuchaba a mis mayores y a "los que sabían", decir, "al gobierno nadie le gana".
Aquellos que osábamos manifestarnos inconformes con los abusos de todo tipo que el gobierno le hacía -y le sigue-, haciéndo al pueblo, corríamos la suerte de desaparecer de la noche a la mañana. Por lo anterior las cosas se debían de tomar con resignación. Escuchaba a mis mayores y a "los que sabían", decir, "al gobierno nadie le gana".
César Abelardo Ramírez Ramos, llegó a Aquel Cruz Grande para realizar su servicio social, era un incipiente médico michoacano, purépecha de corazón. El amor lo esperaba en nuestro pueblo y aquí se casó con Leticia García Casarrubias. Los negocios iban muy bien para la exitosa pareja y el médico pronto se ganó entre la gente del pueblo la fama de "buen doctor". César aprovechaba su cercanía a la gente, a la clientela le daba un buen servicio y de paso en sus ratos libres promovía el fútbol, patrocinando a su equipo Torino´s Yolessen. Farmacia, Consultorio Médico y tienda de deportes eran exitosos.
El año de 1988 el país aclamaba a Cuauhtémoc Cárdenas y el ingeniero recorrió México completamente, haciendo campaña como candidato a la presidencia de la república por el PARM.
El ex-gobernador michoacano se había visto relegado por el PRI y sabiendo el descontento general y que México entero casi, casi lo postulaba; se lanzó a la aventura de retar a la dictadura perfecta que Mario Vargas Llosa criticaba desde la tierra inca.
Todo mexicano medianamente enterado sabe en qué terminó ese gigantesco fraude en el que Manuel Bartlett jugó el papel más triste, sólo comparado con las ventas de Santa Anna. Al consumarse el robo más grande a la voluntad de los mexicanos, Cárdenas y Muñoz Ledo crearon un nuevo partido, ese partido con el logo del sol azteca, fue una nueva esperanza par todos los mexicanos.
Todo mexicano medianamente enterado sabe en qué terminó ese gigantesco fraude en el que Manuel Bartlett jugó el papel más triste, sólo comparado con las ventas de Santa Anna. Al consumarse el robo más grande a la voluntad de los mexicanos, Cárdenas y Muñoz Ledo crearon un nuevo partido, ese partido con el logo del sol azteca, fue una nueva esperanza par todos los mexicanos.
Batlett Díaz y su muñeco diabólico. |
Rápidamente el iniciador de la lucha perredista en Cruz Grande, César Ramirez Ramos fundó el PRD municipal y en honor a la verdad quiénes simpatizábamos con él, sufríamos la burla de la clase priista que desde los corredores de sus casas nos veían pasar desfilando y gritando consignas contra el PRI.
Nuestro pueblo sabe y reconoce a quiénes no les importó que la gente los tomara como "locos". Entre esa gente que luchó por forjar en Cruz Grande un partido de personas de todas las clases que querían justicia y democracia podemos señalar sin duda a Joaquín Ignacio, Nicolás Pérez, entre otros que omitimos por olvido pero que igualmente se la rifaron por Aquel Cruz Grande. El partido del sol azteca, tenía la simpatía de mucha gente, fuimos testigos como en aquel plantón se recibieron dotaciones de arroz, frijol, azúcar y básicos, de los tenderos como Jorge Calderón " Güero Licha" y muchos más.
Para nada en esos momentos vimos a la gente rica de Aquel Cruz Grande apoyar a "los locos", como llamaban a los perredistas. Si, (nadie puede decir lo contrario), la sociedad y los caciques del pueblo eran priistas, todos, y en esa gente, (no tengo ningún empacho) en aceptar que también mi familia -excepto yo-, lo eran. La mayoría de estas personas siempre vivieron de la política y en esos momentos simpatizar con el PRD, no les significaba ningún beneficio. Al paso de los años y cristalizado el esfuerzo y la sangre derramada por aquellos perredistas de verdad, aquellos que se burlaban , se fueron mutando descaradamente y en estos momentos son los actuales perredistas, que aprovechan al máximo los programas de beneficio social.
De aquella gente como el padre del perredismo villarrealense don César Abelardo, no hay uno sólo que esté dentro de las huestes del ayuntamiento. Ya nadie recuerda aquellos duros años en que a golpe de talón, desfilaron por la carretera y las calles de Aquel Cruz Grande protestando los robos de votos y urnas por parte del PRI. Son pocos los que se saben que aquellos perredistas ganaban las elecciones convenciendo al pueblo, sin darle a cambio una despensa o un billete por sufragar a favor de aquel partido que fue golpeado y asesinado por el PRI y que ahora en las cámaras se suma a las reformas y gasolinazos, olvidando sus orígenes.
jueves, 1 de marzo de 2018
LA PRIMERA ESCUELA PRIMARIA...
DE LAS PRIMERAS ESCUELAS PRIMARIAS: "JOSEFA O. DE DOMÍNGUEZ", FLORENCIO VILLARREAL Y ADOLFO CIENFUEGOS Y CÁMUS; A LAS ESCUELAS PRIMARIAS DE HOY.
La enorme y fresca galera que albergaba nuestra escuela, tenía un piso pulido rústico en el que los niños que no podían llevar su silla, se sentaban con su cuaderno y lápiz (únicos materiales escolares que se solicitaban), a tomar clases.
Los alumnos de primer grado eran "vecinos" de lo que funcionaba como ayuntamiento, ya que sólo una pared de adobe dividía la escuela con dichas "oficinas". A lo largo de esa galera de gruesas paredes con cuatro puertas al frente de la calle y una para salir al patio posterior; los niños de primer año, se instalaban de la misma manera sin ninguna división de por medio, con los demás grupos.
Nuestros maestros eran (por supuesto), la legendaria profesora Marciana Ramírez, secundada por otros (entre los que recuerdo perfectamente), al profesor Francisco Villamar. Casi hasta el fondo de la galera (lado norte), se encontraba una especie de foro pequeño que colindaba con la cárcel municipal.
Ahí se colocaba a los alumnos de sexto año y del lado derecho de esa "aula" se encontraba una ventana por la que atisbábamos al enorme patio de la escuela y la casa de doña Juana Méndez cuya casa pasados algunos años, (al principio de los 70) fue habilitada como cuartel del 48 batallón. Esto se dio a raíz de que la sede original del brazo castrense ubicado en la loma donde hoy se erigen los edificios de la prepa numero 40, era ya insuficiente para las tropas de avanzada del referido batallón.
En esa casa que estaba en el terreno que hace unos años adquirió Margarito Genchi, siendo presidente municipal y que antes había sido propiedad de el profesor Herminio Basabe; se instalaron zapadores, ingenieros militares y demás personal que vino a planificar y construir las instalaciones que hoy vemos como sede del 48 batallón de infantería.
Regresando con nuestra primera escuela, recordábamos que los honores a la bandera los hacíamos en la cancha pública que se encontraba precisamente en lo que hoy es el kiosco o jardín. Ahí mismo, a la hora del recreo, los alumnos más grandes de sexto año, jugaban voleibol y mientras que los más pequeños jugaban en los brazos de los enormes tamaríndos.
Ni los más acomodados niños de aquella época (que yo recuerde), recibían las cantidades de dinero que los infantes de hoy exigen para acudir a la escuela. Se habla y se comenta que hoy en día los padres de los educandos, mandan a su hijos con 20 pesos como cantidad mínima para comprar a la hora del recreo golosinas o algún antojo. Otros más reciben hasta 50 pesos diarios para su almuerzo en las cooperativas escolares.
Al sonar la campana llamando al recreo aquellos niños metían la mano a su bolsillo buscando la moneda de 20 centavos, para comprar pinole, plátanos fritos, mangos con chile o charamuscas que eran las únicas golosinas que conocíamos. Pensar en tomar un refresco de cola o jugo no estaba en la mente de aquellos niños. Generalmente corríamos a la llave de agua potable de la escuela y en fila tomábamos sin temor a alguna infección estomacal, otros; acudían a las casas más cercanas a pedir les regalaran "un vaso de agua". Por supuesto que los caseros no negaban ese favor a los escolapios que adicionalmente, eran conocidos o parientes.
En aquellos años los niños ricos iban bañados; con sus mochilas, sus zapatos y algún recipiente con agua tal vez. Aunque en ese tiempo hubieran llevado 50 pesos, no existían las cooperativas escolares ni las golosinas que hoy se consumen. La mayoría de los alumnos eran niños con uniformes incompletos, es decir; solamente se procuraba llevar la camisa azul con motitas blancas que a la fecha se usa en algunas primarias. El pantalón azul marino era el complemento que algunos llevaban a la escuela. El calzado aunque siempre ha sido importante, en aquellos años no era cuestión obligatoria ya que muchos estábamos acostumbrados a caminar descalzos. Quién asistía con huaraches era más que aceptado y cumplía con las mínimas normas que imponía la escuela sin mucha exigencia.
En el año de 1966 se crea la nueva escuela Josefa O. De Domínguez y en la ubicación que hoy conocemos se construye el edificio a cargo del gobierno del estado presidido por Raymundo Abarca Alarcón. En aquellos años las escuelas estatales estaban consideradas como de más bajo recurso financiero, por abajo de las escuelas federales. Así durante mucho tiempo, la querida Josefa O. de Domínguez, se consideraba -en ese rubro- inferior a la naciente Escuela Primaria Federal Florencio Villarreal. Los mismos profesores estatales eran remunerados con menos salarios y prestaciones que los pertenecientes al techo financiero federal de aquel entonces.
Al llegar el año de 1970 la creciente población estudiantil hace necesaria la creación de otra escuela primaria -que sería la tercera en la historia de Cruz Grande. Quizá por el elevado número de alumnos en cada grupo, la supervisión escolar decidió que los grupos B de la escuela Josefa O. De Domínguez pasaran a ocupar nuevamente la vieja galera que había sido sede de la misma. Esta escuela fue llamada momentáneamente "Josefa O. De Domínguez. N. 2". Otra vez , me tocó regresar al centro de Aquel Cruz Grande con una parvada de compañeros la mayoría los más inquietos e indisciplinados. ¿Fue una coincidencia? No lo sé, pero ahí conocí a verdaderas almas gemelas, con las que me identifiqué rápidamente. Al estar en nuestra escuela antigua sin bardas ni alambrados, nos sentimos otra vez en plena libertad a la hora del recreo.
Éramos afortunados, ya no estábamos en aquel encierro de la nueva escuela.
Pero no quedaba disuelto nuestro grupo al terminar las clases. Por la tarde nos reuníamos en "la loma" -donde hoy está el templo-. En aquellos años "La Patrona" -así se le conocía también-, era un lugar solitario y oscuro, desde donde mis amigos y yo, nos divertíamos cantando y platicando acerca de las chamacas del salón como tema recurrente.
En más de una ocasión terminábamos durmiendo en la casa de los hermanos Salado; Charly e Hilario que vivían solos. La noches las hacíamos días conversando y haciendo bromas. No se podía dormir pues los catres estaban infestados de chinches. Lo sabíamos, pero lo que menos queríamos era dormir.
Esa fue la última generación egresada de la auténtica y única Escuela Primaria "Josefa O. De Domínguez".
Al llegar 1972 se construyen las aulas de la nueva escuela que recibió el nombre de Adolfo Cienfuegos y Camus, ubicada con rumbo del panteón municipal, desapareciendo para siempre la legendaria primera escuela primaria.
La enorme y fresca galera que albergaba nuestra escuela, tenía un piso pulido rústico en el que los niños que no podían llevar su silla, se sentaban con su cuaderno y lápiz (únicos materiales escolares que se solicitaban), a tomar clases.
Los alumnos de primer grado eran "vecinos" de lo que funcionaba como ayuntamiento, ya que sólo una pared de adobe dividía la escuela con dichas "oficinas". A lo largo de esa galera de gruesas paredes con cuatro puertas al frente de la calle y una para salir al patio posterior; los niños de primer año, se instalaban de la misma manera sin ninguna división de por medio, con los demás grupos.
Nuestros maestros eran (por supuesto), la legendaria profesora Marciana Ramírez, secundada por otros (entre los que recuerdo perfectamente), al profesor Francisco Villamar. Casi hasta el fondo de la galera (lado norte), se encontraba una especie de foro pequeño que colindaba con la cárcel municipal.
Ahí se colocaba a los alumnos de sexto año y del lado derecho de esa "aula" se encontraba una ventana por la que atisbábamos al enorme patio de la escuela y la casa de doña Juana Méndez cuya casa pasados algunos años, (al principio de los 70) fue habilitada como cuartel del 48 batallón. Esto se dio a raíz de que la sede original del brazo castrense ubicado en la loma donde hoy se erigen los edificios de la prepa numero 40, era ya insuficiente para las tropas de avanzada del referido batallón.
En esa casa que estaba en el terreno que hace unos años adquirió Margarito Genchi, siendo presidente municipal y que antes había sido propiedad de el profesor Herminio Basabe; se instalaron zapadores, ingenieros militares y demás personal que vino a planificar y construir las instalaciones que hoy vemos como sede del 48 batallón de infantería.
Regresando con nuestra primera escuela, recordábamos que los honores a la bandera los hacíamos en la cancha pública que se encontraba precisamente en lo que hoy es el kiosco o jardín. Ahí mismo, a la hora del recreo, los alumnos más grandes de sexto año, jugaban voleibol y mientras que los más pequeños jugaban en los brazos de los enormes tamaríndos.
Ni los más acomodados niños de aquella época (que yo recuerde), recibían las cantidades de dinero que los infantes de hoy exigen para acudir a la escuela. Se habla y se comenta que hoy en día los padres de los educandos, mandan a su hijos con 20 pesos como cantidad mínima para comprar a la hora del recreo golosinas o algún antojo. Otros más reciben hasta 50 pesos diarios para su almuerzo en las cooperativas escolares.
Al sonar la campana llamando al recreo aquellos niños metían la mano a su bolsillo buscando la moneda de 20 centavos, para comprar pinole, plátanos fritos, mangos con chile o charamuscas que eran las únicas golosinas que conocíamos. Pensar en tomar un refresco de cola o jugo no estaba en la mente de aquellos niños. Generalmente corríamos a la llave de agua potable de la escuela y en fila tomábamos sin temor a alguna infección estomacal, otros; acudían a las casas más cercanas a pedir les regalaran "un vaso de agua". Por supuesto que los caseros no negaban ese favor a los escolapios que adicionalmente, eran conocidos o parientes.
En aquellos años los niños ricos iban bañados; con sus mochilas, sus zapatos y algún recipiente con agua tal vez. Aunque en ese tiempo hubieran llevado 50 pesos, no existían las cooperativas escolares ni las golosinas que hoy se consumen. La mayoría de los alumnos eran niños con uniformes incompletos, es decir; solamente se procuraba llevar la camisa azul con motitas blancas que a la fecha se usa en algunas primarias. El pantalón azul marino era el complemento que algunos llevaban a la escuela. El calzado aunque siempre ha sido importante, en aquellos años no era cuestión obligatoria ya que muchos estábamos acostumbrados a caminar descalzos. Quién asistía con huaraches era más que aceptado y cumplía con las mínimas normas que imponía la escuela sin mucha exigencia.
En el año de 1966 se crea la nueva escuela Josefa O. De Domínguez y en la ubicación que hoy conocemos se construye el edificio a cargo del gobierno del estado presidido por Raymundo Abarca Alarcón. En aquellos años las escuelas estatales estaban consideradas como de más bajo recurso financiero, por abajo de las escuelas federales. Así durante mucho tiempo, la querida Josefa O. de Domínguez, se consideraba -en ese rubro- inferior a la naciente Escuela Primaria Federal Florencio Villarreal. Los mismos profesores estatales eran remunerados con menos salarios y prestaciones que los pertenecientes al techo financiero federal de aquel entonces.
Al llegar el año de 1970 la creciente población estudiantil hace necesaria la creación de otra escuela primaria -que sería la tercera en la historia de Cruz Grande. Quizá por el elevado número de alumnos en cada grupo, la supervisión escolar decidió que los grupos B de la escuela Josefa O. De Domínguez pasaran a ocupar nuevamente la vieja galera que había sido sede de la misma. Esta escuela fue llamada momentáneamente "Josefa O. De Domínguez. N. 2". Otra vez , me tocó regresar al centro de Aquel Cruz Grande con una parvada de compañeros la mayoría los más inquietos e indisciplinados. ¿Fue una coincidencia? No lo sé, pero ahí conocí a verdaderas almas gemelas, con las que me identifiqué rápidamente. Al estar en nuestra escuela antigua sin bardas ni alambrados, nos sentimos otra vez en plena libertad a la hora del recreo.
Éramos afortunados, ya no estábamos en aquel encierro de la nueva escuela.
Pero no quedaba disuelto nuestro grupo al terminar las clases. Por la tarde nos reuníamos en "la loma" -donde hoy está el templo-. En aquellos años "La Patrona" -así se le conocía también-, era un lugar solitario y oscuro, desde donde mis amigos y yo, nos divertíamos cantando y platicando acerca de las chamacas del salón como tema recurrente.
En más de una ocasión terminábamos durmiendo en la casa de los hermanos Salado; Charly e Hilario que vivían solos. La noches las hacíamos días conversando y haciendo bromas. No se podía dormir pues los catres estaban infestados de chinches. Lo sabíamos, pero lo que menos queríamos era dormir.
Esa fue la última generación egresada de la auténtica y única Escuela Primaria "Josefa O. De Domínguez".
Al llegar 1972 se construyen las aulas de la nueva escuela que recibió el nombre de Adolfo Cienfuegos y Camus, ubicada con rumbo del panteón municipal, desapareciendo para siempre la legendaria primera escuela primaria.
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