"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.

IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
*Queda prohibida cualquier reproducción total o parcial, del material escrito o gráfico, sin el consentimiento de su editor.
*Derechos Registrados (2015). protegidos a favor del autor.

jueves, 21 de enero de 2016

AQUEL CRUZ GRANDE"





LOS AÑOS MARAVILLOSOS II

Las compañías refresqueras Coca-cola y Pepsi, tenían en aquellos años una cerrada competencia para obtener la preferencia del público debido a que en la década de los 60´s aún no llegaba la televisión a la mayor parte del territorio nacional. La publicidad y lanzamiento de los nuevos productos se hacía “directamente”  de los departamentos de promoción que las propias empresas tenían en sus organigramas; al público consumidor.

“Aquel Cruz Grande” no era la excepción y cuando llegaban los carros publicitarios a promocionar el lanzamiento de un nuevo refresco, el día se vestía de fiesta para todo el pueblo, especialmente para los chiquillos, que íbamos corriendo detrás del vehículo acompañándolo en su recorrido por las calles.

Recuerdo en especial el año de 1968, cuando la Coca-cola lanzó al mercado la famosa Fanta, en respuesta a la bebida gaseosa de naranja que estaba estrenando la Pepsi, y que se llamaba Mirinda.

Desde las nueve de la mañana se escuchaba la música de los altoparlantes de aquellos bonitos carros anunciando el nuevo refresco, ofreciendo la venta del líquido y regalando el envase. En la compra del nuevo producto, nos obsequiaban un boleto para participar en la rifa que se haría esa misma noche en la cancha municipal.

Aquellos eventos bien organizados, eran precedidos de una regia función de cine para todo el público y de verdad que se disfrutaba mucho pues los proyectores de cine que utilizaban los operadores de la promoción eran de primer nivel y puedo afirmar que hasta los comerciales que pasaban antes de la película, eran del agrado del respetable pues en aquellos años, los “maravillosos colores” eran toda una novedad.

A esas funciones de cine que al terminar culminaban con una rifa, asistía casi todo el pueblo, llevando desde su casa las sillas para observar cómodamente sentados el evento.
Al finalizar la proyección de la película –generalmente comedia ranchera- se procedía a la rifa de charolas, vasos, platos, manteles, pelotas, yoyos, juegos de dominó, naipes, etc.

Durante la proyección se podía seguir comprando el nuevo refresco y a cambio los niños recibían cuerdas para saltar y por supuesto más boletos para la rifa.
Era curioso que casi todo mundo salía contento al recibir un obsequio, dado que la mayor parte de los boletos obtenían premios.

Todo aquel dinero que las compañías refresqueras y cerveceras regresaban al consumidor de manera directa en aquellos años, hoy se lo llevan las cadenas de televisión y el consumidor jamás volvió a saber de las funciones de cine ni de las rifas de aquellos años maravillosos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario