Por : Cheo. |
Feliz año nuevo.
Deseamos a todos lo mejor para este 2016. Salud, paz y prosperidad.
¿El torneo una veta política?
El gran éxito que tiene el torneo de fútbol decembrino, obliga a los políticos en turno a salir de la realidad. Si bien es cierto que este evento se ha convertido en todo un acontecimiento deportivo y social, donde acude todo mundo y asisten personas que ni siquiera sabíamos les gusta el futbol; también es cierto que se debe de ser mesurado con el recurso destinado a los premios.
Locura y calentura.
Como todos sabemos, el premio metálico que se otorga se dispara cada año de manera desproporcionada, ¿a dónde vamos a llegar? Ayer en el ceremonia de clausura uno de los jerarcas del PRD , entusiasmado al ver las multitudes y potenciales "clientes", levantó la voz para comprometer a la actual administración a subir el premio al primer lugar a 200 mil pesos; al prometer "ponerse" con 50 mil pesos e implicar en su locura a la ciudadana presidenta Emissel Molina a poner los otros 50 mil para así elevar la cantidad del premio.
Mesura.
Ante el disparate la presidenta, actuó de manera acertada, con mucha inteligencia habló de valorar la propuesta, dándole así el avión a la locuaz propuesta.
Éxito total.
La asistencia promedio por partido, la venta de skimos y alimentos, hace que los políticos vean en el evento, un escaparate que puede ser en parte, autofinanciable y que al mismo tiempo les signifique una vitrina para su oferta demagógica. Lo cierto es que el premio en efectivo le está dando una fama regional con la cual ya dejó atrás al torneo pseudo regional de Marquelia. Ya no sólo es el cruceño el que asiste a ver los partidos, se vienen paisanos de otros municipios acompañados por la familia.
Contracultura.
El espíritu del torneo es primeramente DEPORTIVO y es grato que se haya convertido en un fenómeno social en el que todo mundo quiere estar, aún sin ser aficionado al fútbol. Luego entonces se deben cuidar detalles de la imagen deportiva del evento y no permitir que este se empañe claramente con malos ejemplos. No confundir la tolerancia con otra cosa; los niños de Cruz Grande pueden ser los perjudicados.
Lo que el cruceño quiso decir:
-Tenemos que llegar rápido, ¿por dónde le damos?
-Tenemos que llegar rápido, ¿qué calle tomamos o por dónde nos vamos?
Todo sereno:
Cuídense amigos:
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