"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.

IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
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*Derechos Registrados (2015). protegidos a favor del autor.

jueves, 28 de julio de 2016

¡NUESTROS QUERIDOS PERSONAJES DE LA CALLE!

*

















A continuación les platico una serie de anécdotas de los personajes que por años han hecho las delicias de chicos y grandes en nuestro pueblo. Como algunas están transcritas tal y como se dijeron; por respeto a quién no le guste el lenguaje obsceno, favor de saltarse hasta donde dice: Blanquillo.


"Mamada".
Un tipo descomunalmente alto y de tez blanca, barbado y bonachón, llegado en los años 40 a Aquel Cruz Grande. Procedente del estado de Jalisco había integrado las filas de una partida militar. Le gustó tanto nuestro pueblo que se quedó con nosotros para siempre. La leyenda popular que circulaba entre la gente decía que el jalisquillo dormía en el panteón, no tenía nada de mítica: era verdad.

"Mamada" descansaba por las noches en el cementerio, pues afirmaba que no había lugar más seguro que el Campo Santo para dormir tranquilamente; quiza su estado permanentemente etílico le proporcionaba la serenidad para pernoctar en ese sitio.

Era común verle a todas horas, por las calles polvorientas sin camisa y sin zapatos. Con el pantalón amarrado con un mecate en lugar de cinturón y en la mano un cuarto de tequila Sauza  gritaba versos pícaros que llegaban hasta los oídos más castos de los habitantes de Aquel Cruz Grande.

¡Por esta calle derecha, 
pasó un caballo tordillo 
y tu hermana lo lazó
con los...!

¡Todas la mujeres tienen,
 en el pecho una granada;
y más abajito tienen,
 el retrato de Mamada!

"Cucho".
Copalteco de nacimiento fue por muchos años parte del paisaje de los años 70. Era la diversión de todos mis amigos de la primaria, Cucho, un personaje cantinflesco que jamás perdía la galanura aún a pesar de no bañarse nunca, ni cambiar su eterna camisa blanca manga larga estampada con flores; su pantalón negro de vestir y sus zapatos amarillentos que alguna vez habían sido blancos. Una cerrada barba y los ojos cemicerrados completaban aquella imágen del borrachito ocurrente que los chiquillos buscabamos perturbar a la salida de la escuela.
Era del dominio popular una desafortunada anécdota en que un día, cruzando el río de Copala con su mamá, al ver que la señora se levantaba la falda conforme iba subiendo el nivel del agua, le dijo:
-¡Mama!, ¡No te levantes la falda que la chingada! ¡No ´tas viendo que te puedo...!


Blanquillo.
Una tarde Gus, pidió un raid para ir a ver a su hermana en Acapulco; no faltó quien lo dejara en 
Las Cruces.
Al llegar ya casi era de noche y no sabia como ir a casa de Dorly. Se le ocurrió preguntar a quién pasaba.
-Oye ¿Tu no sabes donde vive Dorly, mi hermana?
-No, pero si me dices la colonia y su dirección tal vez te pueda ayudar...
-¿Voy a creer que no sabes? ¡Vive en una casa amarilla..!

*Si te gustan las historias de Aquel Cruz Grande ve al archivo del blog, que se encuentra en la parte de abajo.


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