"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.

IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
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*Derechos Registrados (2015). protegidos a favor del autor.

viernes, 8 de julio de 2016

¡TA´ PICOCHO, PERO TA´CHABOCHO!

Tachito Pérez llegó de manera sopresiva a visitar a su prima en Copala, casualmente era la hora de la comida.
-¡Más vale ser orero que platero! -dijo Tachito a manera de saludo.
-¡Primo! - ¡Qué gusto verte, pásale, sientate a comer con nosotros!- dijo su prima, al tiempo que lo presentaba con su esposo y sus hijos.
-Bueno, no quiero que vayas a pensar que te desprecio, voy a probar un bocado...
Al siguiente día a la hora de la comida Tachito, repitió la sorpresiva visita a su prima y su saludo fue el mismo del día anterior.
¡Más vale ser orero que platero!
-Pásale primo, estás en tu casa. Ven a comer cono nosotros este caldito de res, mira, hay memelas gordas y calientes.

-Sólo para no despreciarte probaré un bocado- dijo Tachito, sentandose a la mesa, dispuesto a comer.
Durante toda la semana, Tachito visitó a su prima a la misma hora, con el mismo saludo y con un apetito notable y sobresaliente. El esposo de su prima, un tanto cansado de la visita de su pariente político, dijo a su mujer. 
-Ya no me gusta mucho la visita de Tachito, es todos los días y a la hora de la comida, seguramente mañana aquí va a estar. ¿Porqué no haces una carne de marrano picosa, con varios chiles y para él sólo sin que se de cuenta? Con suerte le hace mal y ya no viene. 

Al día siguiente, como de costumbre, a la hora de la comida, en el umbral de la puerta se recortó la figura de Tachito.
-Más vale ser orero, que platero...!
-Pásale primo, llegas a tiempo...
-¡Pásenle hijos, -dijo Tachito a tres niños que lo acompañaban- vengan a conocer a su tía!
Las miradas de la prima de Tachito y su esposo se cruzaron resignadamente.
-Bueno primo, sientense a comer con nosotros, mira, es "carne-cuche", sirvanse...
-Comeremos para no despreciarte. ¡Ándenle hijos, que no diga su tía que se hacen del rogar!

Aquel platillo que había sido preparado para irritar el estómago de Tachito, lo hacía sudar y sonarse escandalosamente la naríz. Sus chamacos también "sufrían" deliciosamente aquella carne de puerco picosa.
Con los ojos llorosos por lo picante del mole de cerdo, Tachito dijo a su prima.
-¡Prima¡ ¿qué comes que adivinas? ¡traigo una cruda tremenda... pero qué sabroso está este molito, prima! ¿Hijos les gusta la carne-cuche? ¿verdad que está picosa?
El más pequeño contestó con la boca llena, enseñando el bolo alimenticio.
-¡Chí, papa!, ¡Ta´picocho pero ta´chabocho!

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