"Aquel Cruz Grande" (D.R.) 2015.

IDEA,DISEÑO,IMÁGENES, TEXTOS Y REALIZACIÓN:
ELISEO JUÁREZ RODRÍGUEZ.
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jueves, 14 de julio de 2016

TACHITO PÉREZ Y EL GOBERNADOR...

"Yo soy orgullosamente costachiquense; ustedes me conocen y yo a ustedes, porque soy del pueblo. Aquí en Copala me siento como en mi casa porque he convivido con todos siempre, sea o no, funcionario público. Sigan viendo en mi, a su amigo Ángel Aguirre, no como el jefe, no como el gobernador, y si no es así, que lo diga mi amigo y hermano "Tachito Pérez" que se encuentra aquí...

¡Ven hermano pásale, te quiero dar un abrazo! Se que te ha ido mal y te voy a apoyar como a todos mis paisanos de Copala".

La gente copalteca aplaudió aquel gesto del sencillo y afable gobernador. "Tachito" fue llevado ante el jefe del ejecutivo estatal, casi en vilo por su personal de seguridad.

-¿Que necesitas? No te separes de mi Tachito- le dijo el gobernador-, te vas conmigo, no te vayas a ir.

El acto político terminaba y Tachito se colocó a un lado de Ángel Aguirre que le había prometido ayuda públicamente. El personal de seguridad que escoltaba al gobernador, iba separando a la gente que pretendía llegar a estrechar la mano de Aguirre para hacerle alguna solicitud. Tachito sudaba tratando de seguir al lado del gobernador, la camioneta donde se transportaba Aguirre ya estaba cerca, eran unos metros solamente y Tachito se preparaba para abordarla cuando uno de los guaruras se interpuso entre él y Ángel Aguirre separándo al paisano de Copala. La gente seguía buscando hablar con el gobernador y Tachito repentinamente se vio a dos metros del mandatario que ya estaba por subir a su carro.

-¡Ángel...hermanito!, ¡Ángel, Ángel, Ángel, hermano!-gritaba Tachito sin recibir respuesta del gobernador que aunque cerca todavía, parecía no escucharlo al subir al vehículo que se ponía en marcha.

No importa, ahorita me voy a seguirlo a Ometepec, ya me prometió ayuda-pensó Tachito.

Subió a su viejo automóvil y en la gasolinera le puso los únicos cien pesos que andaban en la bolsa trasera de su pantalón ; enfiló con rumbo al "bello nido".

Llegó a la casa de Ángel Aguirre una hora y media después.
-Díganle al gobernador que aquí estoy, me dijo que me viniera con él, -dijo a los guardias que cuidaban la residencia-.

-No amigo, el gobernador ya esta descansando, no podemos molestarlo. A estas horas no recibe a nadie...

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